¿Sabes qué alimentos pueden alterar la acción de algunos medicamentos, y no se deben mezclar?

En algunas ocasiones cuando el médico prescribe algún medicamento facilita algunas recomendaciones de cuándo y cómo tomarlo (por las mañanas, noches, en ayunas, acompañado de algún tipo de alimento…). Y cuando no lo hace el médico, es el farmacéutico el que suele dar las indicaciones de uso. 

La razón de estas pautas son las denominadas interacciones entre alimentos y medicamentos, que no son otra cosa que el resultado de las interferencias que se pueden dar entre fármaco, nutriente o alimento y el paciente. 

La relación entre fármaco y alimentos puede ser complicada

Porque como explican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, esta relación a veces puede ser complicada y provocar “un aumento o disminución de la biodisponibilidad del fármaco que, en términos de salud, puede derivar en inefectividad o toxicidad”. 

Aunque los farmacéuticos señalan que estas interacciones no son siempre negativas. Hay fármacos que potencian su efecto cuando se consumen con determinados alimentos, como ocurre, por ejemplo, cuando los suplementos de hierro se toman con alimentos ricos en vitamina C. 

Además, los expertos señalan que generalmente estas interacciones entre alimentos y medicamentos “no se detectan con tanta facilidad como las interacciones entre medicamentos, aunque su frecuencia es mucho mayor, al ser una costumbre tomar los medicamentos con las comidas”.

Tipos de interacciones entre alimentos y medicamentos

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos distinguen dos tipos de interacción que se puede producir en la toma de medicamentos con determinados alimentos: 

  • Interacción del alimento sobre el medicamento: en estos casos tomar un alimento concreto, o sus componentes, provoca que la efectividad del fármaco aumente o disminuya. 
  • Interacción del medicamento sobre el alimento: en esta modalidad es la toma del medicamento la que puede alterar la forma en la que el organismo aprovecha los nutrientes, llegando a alterar el estado nutricional del paciente.
  • Los alimentos con vitamina C refuerzan el efecto del hierro. / FREEPIK

    Estas son las interacciones más habituales

    Para hacernos una idea de cómo se producen estas interacciones el Consejo de Farmacéuticos pone algunos ejemplos:

    Este tipo de fármacos hay que tomarlos siempre “con alimentos sólidos y densos, para proteger la mucosa gástrica del posible daño que pueden producir”.

    Cuando se sigue un tratamiento de este tipo se debe “vigilar el consumo de vitamina K existente, principalmente, en verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, repollo, lechuga romana, etc.), para no modificar su efecto anticoagulante”, advierten los expertos en farmacia. 

    Tienen que saber que esta pastilla debe tomarse en ayunas ya que los alimentos, del tipo que sean, “disminuyen su absorción y, por tanto, su efecto”.

    Los tratamientos de tiroides deben tomarse en ayunas. / FREEPIK

    Ya hemos visto como la toma de hierro se beneficia de hacerlo acompañado de alimentos ricos en vitamina C (kiwi, naranja, pimiento…).

    Por el contrario, si se toma con alimentos ricos en calcio (leche, queso, yogur…), su efecto disminuirá.

    Es importante saber que su uso continuado “puede disminuir la capacidad de absorción de minerales tan necesarios como el potasio y el calcio”.

    Es poco conocida, pero nos advierten los farmacéuticos de que “ciertos componentes de los alimentos (fibra, calcio, hierro…) pueden atrapar al medicamento a lo largo del sistema digestivo y provocar la pérdida de su efecto”.

    Puede verse afectado y poerder eficacia por algo tan inofensivo como el regaliz.

    ¿Y cómo evitar estas interacciones? Pues informándonos.

    Y los profesionales que mejor nos pueden orientar son los farmacéuticos. Así, en el caso de que advirtamos que un determinado fármaco nos está provocando alguna reacción rara debemos consultárselo al profesional de la botica. 

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