La mitad de las personas con obesidad tienen una ‘relación emocional’ con la comida: los expertos ponen el foco en su salud mental

Este martes, 4 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una enfermedad que ya padecen al menos una cuarta parte de los adultos que viven en España. Un día para recordar, subrayan los expertos, que para afrontar con éxito su abordaje, independientemente del empleo o no de las terapias farmacológicas que han supuesto un nuevo paradigma en la atención a los pacientes, es necesario poner el foco en la salud mental. Cinco de cada diez personas con sobrepeso u obesidad tienen ‘alimentación emocional’.

El sobrepeso y la salud mental están estrechamente relacionados. Lo subraya la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO). De hecho, incrementa en un 30% el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad y en un 40% síntomas de ansiedad. Atender la enfermedad sin tener en cuenta los factores emocionales y psicológicos es tratar solo una parte de la dolencia, inciden.

Cinco de cada diez personas con sobrepeso u obesidad presentan ‘alimentación emocional’. A nivel cerebral, experimentan alteraciones en los mecanismos que regulan el hambre y la saciedad, con una mayor necesidad de ingesta para sentir satisfacción. ‘Este fenómeno, ligado al hipotálamo y el hipocampo, está relacionado con la sensación de recompensa y desmiente el mito de que la obesidad es solo cuestión de ‘fuerza de voluntad’’, explica el doctor Albert Lecube, editor de la revista BMI en la Junta directiva de la SEEDO y jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).

Desde la infancia

Nuestra relación con la comida se construye desde la infancia, a través del aprendizaje y la educación, añade el especialista. ‘Premiar a los niños con alimentos altamente calóricos puede generar patrones difíciles de romper en la adultez, mientras que fomentar hábitos saludables desde pequeños ayuda a desarrollar una mejor relación con la comida’, abunda.

Psicólogos, médicos, nutricionistas y especialistas en actividad física pueden ayudar a quien sufre obesidad a mejorar su relación con la alimentación y adoptar hábitos más saludables de forma sostenible. Porque, hay otro dato definitivo: las personas con obesidad tienen un 55% más de riesgo de desarrollar depresión con el tiempo, y las personas con depresión tienen un 58% más de riesgo de padecer la enfermedad.

Un paso adelante

En un encuentro celebrado junto a la Asociación Nacional de Personas que viven con Obesidad (ANPO) y Novo Nordisk para invitar a reflexionar sobre cómo los diferentes sistemas pueden ayudar a mejorar el abordaje de la enfermedad, se ha presentado el documento ‘Obesidad, con corazón. Tú también formas parte de la solución’, que describe distintos perfiles psicológicos y ofrece recomendaciones para actuar con cada uno de ellos y reducir su carga emocional.

‘Se trata de conocer cómo puede ser la historia de vida de una persona con obesidad para poder abordarla de la manera más efectiva’, explica el doctor Santos Solano, Psicólogo Sanitario y coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología y Obesidad de SEEDO.

Infravalorada

Porque, si se tira de otros estudios, se trata de una dolencia infravalorada. El 63% de los sanitarios no percibe la obesidad como una enfermedad crónica. En concreto, un 23% de los profesionales la clasifica como ‘un proceso reversible que es consecuencia de unas malas elecciones personales activas y habituales por parte del sujeto’ y para un 15% es una enfermedad temporal causada por ‘multitud de factores’. Las investigaciones han demostrado que los prejuicios, el estigma y la discriminación por el peso son obstáculos importantes para el cribado y diagnóstico de la dolencia.

Fármacos para la obesidad / MANU MITRU

Así se desprende de una encuesta realizada a nivel mundial en 2024 por la red OPEN (Obesity Policy Engagement Network) a profesionales y responsables de la toma de decisiones en materia de atención sanitaria en la que España ha participado junto a Italia, Alemania, Canadá, Australia, Brasil, Malasia y Turquía para conocer mejor cómo es la atención actual de la obesidad y las percepciones que influyen en su atención.

Enfermedades asociadas

Los expertos recuerdan que esa atención es fundamental. La obesidad es una de las enfermedades que más patologías asociadas conlleva, con una tasa de prevalencia que ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Con motivo del Día Mundial, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), por su parte, señala la importancia de adoptar medidas preventivas para reducir su impacto en la salud digestiva y generar un cambio en la visión de esta enfermedad.

Afecta directamente al aparato digestivo, aumentando el riesgo de padecer patologías como enfermedad hepática metabólica, reflujo gastroesofágico, litiasis biliar, diverticulosis y varios tipos de cáncer, entre otras. De hecho, la mayoría de las personas con obesidad mórbida presenta algún grado de afectación hepática como la enfermedad hepática metabólica (MASLD) que puede progresar a esteatohepatitis hepática primero, y sufrir complicaciones dando lugar a fibrosis hepática y cirrosis, aparte de aumentar el riesgo de carcinoma hepatocelular. 

En nuestro país, con datos de esta sociedad científica, la obesidad afecta al 16,5% de los hombres y el 15,5% de las mujeres mayores de 18 años padecen obesidad y la situación es ‘especialmente alarmante’ en la población infantil, con una prevalencia del 13,4% en niños y del 7,9% en niñas, explica la doctora Pilar Esteban, responsable del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y médico especialista del aparato digestivo y nutrición clínica.

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