Clásicos, rescates del olvido y el desembarco del director de escena Christof Loy en una nueva temporada del Teatro de la Zarzuela muy ‘diversa’

El título de apertura será un clásico como Pepita Jiménez, la ópera cómica compuesta por Isaac Albéniz que Pablo Sorozábal convirtió en una tragedia y que es una de las piezas más queridas del repertorio lírico español. Pero no solo de grandes clásicos vivirá la temporada 26/26 del Teatro de la Zarzuela, presentada este lunes. Habrá también tres recuperaciones de obras casi olvidadas, como El potosí submarino, comedia de aventuras con mucha picaresca y una estafa piramidal que no se ha vuelto a representar desde hace más de un siglo. Será también una temporada con mucha presencia femenina y con un nombre internacional de la talla del director de escena Christof Loy, un habitual del Teatro Real y de algunas de las óperas más importantes del mundo, que aquí ofrecerá su propia versión de otro clásico, El gato montés.

Decía durante la presentación su directora artística, Isamay Benavente, en su segundo año al mando del coliseo madrileño especializado en el lírico español y la danza, y a la que acompaña la directora del INAEM Paz Santa Cecilia, que el nuevo curso que arrancará tras el verano será ”un viaje a través de títulos conocidos que nos reconfortan, obras olvidadas que nos sorprenden, e historias que, desde el pasado, siguen hablando de nosotros”, subrayando una diversidad que se convertía en la palabra más utilizada para describir esa programación.

Esta temporada también quiere ser, continuaba Benavente, ‘un espejo de nuestra historia musical, con obras que muestran la gran riqueza de nuestro patrimonio. Cronológicamente, las hay que van desde el XIX hasta el XX, con compositores que renovaron el género sin perder su esencia. Diversidad, por tanto, del repertorio español desde lo popular hasta lo culto, pero siempre subrayando su conexión con la identidad musical nacional. Diversidad también en la temática: habrá dramas, habrá comedias, género bufo… porque la lírica española es teatro cantado, danzado y vivido’.

A El potosí submarino, que dirigirá musicalmente Iván López Reynoso y a nivel escénico Rafael R. Villalobos, se sumarán como recuperaciones la divertida comedia musical de cámara El Vizconde, de Francisco Asenjo Barbieri, con Miquel Ortega y Alfonso Romero en los mismos roles y que se podrá ver en la Fundación Juan March porque es fruto de una colaboración con esta institución, y El gitano por amor de Manuel García, basado en La gitanilla de Miguel de Cervantes y que aquí comandan Carlos Aragón a la batuta y Emilio Sagi en escena.

El alemán Christof Loy, uno de los grandes de la escena europea, se ha convertido en los últimos años en el principal embajador de la zarzuela a nivel internacional. En Viena le encargaron una opereta y hará el Benamor de Pablo Luna la temporada que viene, igual que en Basilea se podrá ver su versión de El barberillo de Lavapiés. Aquí afronta ‘una obra de transición donde la zarzuela se acerca a la ópera, como es El gato montés de Penella, con su carga de folclores y tragedias’, explicaba Benavente, que agradecía haber heredado este espectáculo de la anterior dirección. ‘Loy es tan buen director, y ahora mismo tiene tanto poder de influencia, que estamos muy agradecidos’. De la dirección musical se ocuparán José Miguel Pérez-Sierra y Rafael Sánchez-Araña.

La Edad de Plata, díptico ideado por el director de escena Francisco López que reúne las óperas breves Goyescas de Enrique Granados y El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla, llegará de sus representaciones en la Ópera de Oviedo y el Teatro Cervantes de Málaga, instituciones que lo coproducen, con críticas bastante destempladas. Un escritor adscrito a esa misma generación de creadores, Antonio Machado, será homenajeado en su 150 aniversario con el recital Soñando caminos a cargo de la soprano Sara Bañeras y el pianista José Ramón Martín Díaz.

Otro recital con importante presencia femenina será el que se celebre en torno a los poemas de Rosana Acquaroni, con Sira Hernández componiendo la música y al piano, danza a cargo de Olga Pericet y la voz de Olivia Molina recitando. Y más presencia literaria: Aquella ciudad, otros tiempos cuenta con la narración de la escritora Elvira Lindo, concepto y desarrollo de la escena a cargo de su hijo, Miguel Sánchez Lindo, y música al piano de Antonio Galera.

En el capítulo de la danza, las dos compañías nacionales que tienen su sede estable en el teatro, la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España, se enfrentarán a títulos como NumEros, de Muriel Romero, el estreno absoluto de Echoes from a restless soul, de Jacopo Godani, o Muerta de amor, del premio nacional de danza 2017, el bailaor Manuel Liñán. También podrá verse la pieza Playlist (Track 1, 2), creada por William Forsythe con música neo-soul y house y con un cuerpo de doce bailarines del English National Ballet.

El imprescindible ciclo de lied, la canción lírica alemana a la que La Zarzuela lleva 32 años dedicando una atención especial como refugio de esta música en la capital, contará este año con la participación de destacadas sopranos como Barbara Hanningan, Marina Rebeka y Anna Prohaska.

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