La Escuela Infantil Intercultural Can ta Chimutri abrió sus puertas en 1985. La construyeron “gitanos y gaché de todos los colores” con el ánimo de que los niños de familias de origen gitano convivieran con otros críos del barrio y que desde pequeños crecieran y aprendieran juntos, sin los prejuicios que en aquella época, y aún ahora, existían hacia esta parte de la población. Ha sido considerado un modelo de éxito y ejemplo a seguir por el Consejo de Europa. Niños de todo tipo de familias se educan hoy allí con un proyecto muy familiar que sigue el método Montessori. Pero en pocos días, si nadie lo remedia, cerrará esas puertas y los 62 niños que acuden a ella se quedarán sin escuela infantil.
La Asociación Nacional de Presencia Gitana es la promotora de esta iniciativa y ha informado a las familias de que a partir del 1 de enero el centro cerrará. El primer argumento utilizado, según los progenitores de los alumnos de esta escuela, fue que les han “retirado la subvención de la Comunidad de Madrid” y sin esa ayuda les era imposible seguir adelante con el proyecto.
Los 12 educadores que forman parte de esta escuela fueron informados por carta el pasado martes 3 de diciembre, al mismo tiempo que se enviaba un email a las familias de estos niños de 0 a 6 años, que ahora tienen que pedir a los reyes magos otro espacio donde continuar con su educación.
‘Descalabro’ en las familias
Algunas familias se plantearon conformar una cooperativa para subvencionar el centro y pagar de su bolsillo el mantenimiento de la escuela al menos hasta final de curso, hasta junio. Pero los costes, una vez hechas las cuentas, son inasumibles para algunos de ellos y los plazos también. Los padres y madres de estos menores de primer y segundo ciclo de Infantil hablan del “descalabro” que supone para cada una de las familias y para los propios niños quedarse de pronto sin la escuela. “Nos volvemos locos con la adaptación a la escuela para esto…”, lamenta una de las afectadas.
La “impotencia” y “rabia” de los primeros días se ha ido apaciguando, explican algunas madres que ven que lo que necesitan ahora son soluciones. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la asociación que gestiona la escuela en varias ocasiones desde el pasado día 3, pero no ha habido respuesta por su parte.
Al otro lado, la Comunidad de Madrid, explica que este proyecto no recibe becas educativas sino que la Asociación Presencia Gitana en su conjuto obtiene ayudas sociales y que el cierre de Can ta Chimutri es una decisión exclusiva de esta entidad. Además, recuerdan que la educación de 0 a 6 años no es obligatoria, por tanto, su responsabilidad – aun sin ser gestores de este centro- queda de alguna forma diluida.
Ayuda denegada
La asociación “presentó un proyecto para recibir subvención por el IRPF de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, pero no alcanzó la puntuación mínima requerida. Los proyectos que se presentan a las subvenciones del IRPF entran además en concurrencia competitiva con otros proyectos, que este año han sido nuevamente más de 1.000”, detallan en este departamento. La alta concurrencia y que el proyecto no se haya modernizado o presentado innovaciones en el sistema educativo es lo que, al parecer de las familias, ha provocado que haya perdido esta ayuda.
Este es un centro de gestión privada, asociado al modelo de las ong, pero la dependencia de esta escuela a la subvención pública de la Comunidad es algo que muchos padres y madres han descubierto solo unos días después del anuncio del cierre.
El problema, según revelan los afectados, es que hasta el pasado 3 de diciembre no conocían los problemas financieros del centro y están molestos por la falta de información previa. De haber sabido al inicio de curso que existían riesgos de viabilidad del proyecto, algo que creen que la escuela ya conocía, algunas familias podrían haber optado por centros públicos desde el principio, pero ahora solo les cabe financiar de su bolsillo el proyecto hasta junio o buscar alternativas en otras escuelas concertadas o privadas.
Experanzas limitadas en la reunión
O que este lunes desde la Comunidad de Madrid ofrezcan alguna alternativa a la entidad responsable de Can ta Chimutri y que esta considere aceptable según sus propias cuentas. “La Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad se reunirá con la entidad para ofrecerles información acerca de las posibilidades que tienen para obtener financiación en concurrencia competitiva con otras entidades”, explican desde la consejería que dirige Ana Dávila.
Aunque algunos han perdido la confianza en la asociación gestora, lo cierto es que muchas familias preferirían buscar opciones para que la dinámica de los menores no cambie en mitad del curso y pudieran seguir en el centro con sus educadores. La incertidumbre de los padres se traslada a los niños, que están “inquietos, demandantes, llorando mucho, durmiendo mal…” revela Ana, la madre de uno de los alumnos de 3 años, que como otros, aún cruza los dedos por la reunión de este lunes entre la entidad y la consejería, que debió haberse celebrado la semana pasada pero se ha retrasado a petición de la administración.
Tras el encuentro, los responsables de la escuela se reunirán a su vez con las familias y estas sabrán si tienen que pasar las navidades buscando un lugar donde realojar a los niños y los profesores un nuevo lugar de trabajo.