Pensiones privadas muertas, pero nulo interés por los planes de empleo públicos

A punto de concluir el primer semestre del año, puede hacerse un balance del sistema de previsión privado: hace un año y medio que el Gobierno defenestró el tercer pilar (planes privados individuales), al rebajar el límite de las aportaciones de 8.000 a 2.000 euros. De inmediato, lo rebajó de nuevo en 2022 hasta 1.500. La contrapartida para ese ajuste era un plan de empleo para pymes y micropymes, que podrían adscribirse a un plan público, todavía inexistente. Un complicado esquema, que de momento ha generado mínimo interés, por no decir nulo. A cambio, los planes privados han dejado de captar dinero. O peor: ya está saliendo dinero de ellos.

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