Las fiestas de Moros y Cristianos son de los eventos más espectaculares de España. Celebraciones en las que los desfiles de temática histórica tienen todo el protagonismo, con una atención a la construcción del traje típico excepcional, pero que comparte un nombre con un plato criollo que hoy poca relación guarda con las fiestas típicas del levante. Te hablamos de en qué consiste este plato tradicional y aprovechamos para echar un vistazo a las raíces históricas y mencionar donde disfrutar de estas fiestas en este mes de agosto.
Moros y cristianos, símbolo de la gastronomía cubana
Aunque en un principio el nombre pueda llevarnos a confusión, esperando una paella típica de Alcoy o Villajoyosa, lo cierto es que este plato es típico de un lugar algo más lejano. Es uno de los ejemplos más característicos de Cuba, y muy frecuente en todo el Caribe e incluso el sur de Estados Unidos y en Brasil. Pero su nombre no es del todo engañoso, no deja de ser un arroz con un origen más que probable en la herencia española al otro lado del Atlántico.
Este plato típico cubano no sigue una receta que nos resulte muy extraña, más allá de la presencia de los frijoles, que en España llamamos judías y suele presentarse en potajes. Para su elaboración realizaremos el típico sofrito de ajo, cebolla y pimiento verde (o más bien la variante conocida como ají dulce o cachucha), a condimentar con orégano, comino y laurel. A esta preparación uniremos los frijoles, que depende del formato habrán tenido que remojar en agua por una noche y haber sido cocidos, y el arroz blanco, que se cocerá en el propio sofrito. Suele acompañarse con piezas de carne típicas en la región, como los chicharrones.
Dada la expansión geográfica de la receta, sus variantes son numerosas, cambiando los frijoles negros por rojos, habichuelas o sumando una ensalada con aguacate, y dándose un importante conflicto sobre si cocer el arroz en el mismo sofrito o por separado.
Las raíces históricas y donde se celebran este mes de agosto
En un plato tan extendido, los orígenes se pierden. No está claro si el origen es realmente español, o más probablemente criollo. Y probablemente el nombre se debe tan solo a una chanza políticamente incorrecta, por la mezcla de lo negro de los frijoles, que representaría a los ‘moros’, y el blanco del arroz, ‘cristianos’.
En España cocinar legumbres en este formato es muy poco frecuente, y deriva más de familias con orígenes latinoamericanos recientes. Aquí el nombre se refiere a esas populares fiestas que rememoran la conquista cristiana de muchos municipios, con vistosos desfiles en los que la comida, como en todo evento, tiene un gran protagonismo, si bien se circunscribe más a las típicas paellas del levante.
Aunque algunas de las fiestas de Moros y Cristianos ya se han celebrado, como las de Alcoy el pasado abril, en Villajoyosa a finales de julio o Almansa en mayo, y otras aún esperan su momento, como Crevillente, que las celebra en octubre, también las hay que nos permitirán aprovechar las vacaciones veraniegas, y unir el espectáculo a unos días de playa.
Es el caso de Denia, que afronta ya la recta final de sus fiestas, pues empezó a celebrar el pasado 3 de agosto y no terminará hasta este viernes 16, en pleno puente y pendientes aún algunos de sus días grandes. También podremos acercarnos al barrio de Altozano, en Alicante y que terminan el mismo viernes, a Onteniente o al municipio de Jijona, conocido por su turrón.