Los niños realizan tareas cognitivas más rápido cuando estudian solos que en presencia de otras personas, especialmente cuando no las conocen.
Esa es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Saint Andrews (Escocia). En un artículo, publicado en Scientific Reports, exponen que el desarrollo del control cognitivo durante la infancia es fundamental para el rendimiento académico posterior. Pero, a pesar de los recientes avances en la comprensión de cómo el contexto influye en esto, ‘ningún estudio ha abordado hasta ahora cómo afecta una de las características contextuales más frecuentes en la vida de los niños (es decir, la presencia de otra persona).
Por lo general, en las investigaciones sobre el desarrollo suele haber un adulto presente en la habitación con el niño para asegurarse de que se entiendan las instrucciones y puedan responder a cualquier pregunta. Lo que no se sabía es si simple presencia podía influir en la forma en que los niños se concentran en una tarea concreta.
Ahora, la investigación de la Facultad de Psicología y Neurociencia de la Universidad de St Andrew ha descubierto que los niños respondían más lentamente a las tareas cognitivas en las que había un adulto presente que en las que no, sobre todo cuando la tarea requería que los niños estuvieran especialmente atentos. Este efecto también se observó en niños más pequeños. Para ellos, la tarea era más desafiante.
Con y sin adultos
Los investigadores dieron a 123 niños de 4-5 y 8-9 años -que fueron reclutados en Pekín (China)- una tarea cognitiva bien establecida que les exigía más y menos atención. Para los pequeños del grupo que estaban solos, el ‘experimentador’ abandonó la sala en la que estaban después de haber ensayado las pruebas. Les dijo que tenían que trabajar en otra sala durante el tiempo de la tarea y que podían tocar la puerta para indicar que habían terminado.
Por el contrario, para los niños asignados a la ‘condición de presencia del experimentador’, el adulto permaneció en la sala con el niño, observándole el 60% del tiempo como se hace tradicionalmente en los estudios de adultos sobre presencia social.
Después, procedieron a comparar el desempeño de los niños que completaban la tarea en presencia de un adulto desconocido con el de otros niños que completaban la tarea solos, sin un adulto a su lado.
Aseguran que esta investigación, que se hizo en colaboración con la Universidad de Tsinghua, la Universidad de Clermont-Auvergne y la Universidad de Friburgo, va en línea con los esfuerzos recientes en el campo de la investigación del desarrollo para comprender mejor cómo el contexto experimental afecta al desempeño y al desarrollo cognitivo de los niños. Pero, según expone la Universidad de St. Andrews, ‘es única en el sentido de que demuestra que un aspecto social tan simple como la presencia de un adulto es suficiente para influir en la forma en que los niños ejercen su atención’.
Gran potencial
Los autores reconocen en el estudio que hacen falta más investigaciones para comprender qué causa este efecto y cómo difiere o no dependiendo de diversos factores, como la personalidad, las preferencias y los hábitos de los niños Exponen que, a largo plazo, esta investigación tiene un gran potencial para captar mejor qué entornos son favorables para el aprendizaje de los niños, así como qué contexto de investigación es el mejor para aislar los fenómenos psicológicos.
En un comunicado, el investigador principal, Aurélien Frick, de la Facultad de Psicología y Neurociencia de la universidad escocesa, afirma que, si bien la pregunta de investigación de este estudio era trivial: ‘¿Importa si estoy o no en la habitación con los niños durante la investigación psicológica?’, la respuesta simple y breve que surge de este estudio es sí. ‘Sin embargo, lo que subyace a esto y cuál es el papel de las diferencias individuales en este efecto sigue siendo una pregunta abierta pero apasionante para futuros estudios’, concluye.