Mazón maniobra para que la Universidad de Alicante pierda Medicina por segunda vez

El Consell dio ayer luz verde a la propuesta de Educación de retirarse de la demanda contencioso administrativa que la Universidad Miguel Hernández interpuso por la decisión de la Generalitat Valenciana de crear la facultad de Medicina en la de Alicante. Técnicamente, la medida aprobada es la presentación de un escrito de allanamiento que implica no solo salir del proceso, sino dar por buena la demanda. Será pues, la segunda vez en la historia que la universidad alicantina tenga que defender la legitimidad de este grado frente a un gobierno autonómico gobernado por el Partido Popular. La primera maniobra sucedió hace 28 años (1996), cuando la Generalitat Valenciana presidida por Eduardo Zaplana, decidió segregar Medicina para crear la Miguel Hernández de Elche.

El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, aseguró que la decisión responde a la voluntad de ‘mantener una posición neutral’ en una disputa entre dos universidades. Sin embargo, la imparcialidad argumentada choca frontalmente con lo que significa este acto jurídico.

En primer lugar, el titular autonómico incidió en que la medida permite que el caso siga adelante y que, por lo tanto, la Generalitat Valenciana acatará lo que diga la Justicia. ‘Sea lo que sea, al día siguiente nos sentaremos con los dos rectores para tratar de llegar a una solución’. Para el conseller, este nuevo posicionamiento está en línea con su planteamiento. ‘Nunca habría tomado una decisión contra una universidad como lo hizo el Botànic’, expuso.

Sin embargo, el proceso se encuentra a un mes para su final y la sentencia saldrá porque la Universidad de Alicante se personó en el recurso. Según fuentes jurídicas consultadas, indican que la retirada de la Generalitat Valenciana significaría que se da por bueno el recurso, es decir, se reconoce que la UMH tiene razón en lo que pide, si no fuera porque la UA se personó. Además de la soledad judicial en la que se deja a la institución docente alicantina, la maniobra genera una falsa imparcialidad hacia los 86 estudiantes de Medicina que ya han completado el primer curso y hacia los que se han matriculado para iniciar estudios.

Así, a reiteradas preguntas de este medio sobre si la decisión del Consell implica dar por buena la postura de la UMH en contra de la creación de un segundo grado de Medicina en el campus alicantino, el conseller negó este aspecto y ha defendido la «imparcialidad» de este paso. De hecho, lo presentó como un proceso natural ante una judicialización entre dos universidades que llega tras un proceso «repleto de aristas».

Por otra parte, la inhibición en el caso viene después de que la Generalitat Valenciana no presentara conclusiones, según reconoció el propio titular autonómico. El tribunal, pues, tomará la decisión con la base de la documentación de ambas universidades, pero sin la valoración del principal actor, el Ejecutivo valenciano que es la administración competente en las titulaciones. Ayer viernes, de hecho, la Conselleria de Educación aprobó nuevos grados en las universidades públicas de la Comunidad. En este sentido, el titular autonómico, quien por cierto es profesor en el campus alicantino, avanzó que la decisión de los jueces se prevé para el próximo septiembre, lo que pondría fin al caso. 

A pesar de que la medida tiene especial relevancia para ambas universidades públicas y supone un giro público de 180 grados, la portavoz del Ejecutivo valenciano, Ruth Merino, no informó en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consell, y tampoco se ha reflejado la decisión en los asuntos destacados aprobados de la web oficial de la Generalitat Valenciana. También hay que tener en cuenta que la medida se toma un 2 de agosto, cuando los juzgados están cerrados y por lo tanto, se recorta el tiempo entre la comunicación de los jueces y la oficial.

No obstante, Rovira confirmó que se comunicó a ambos rectores, aunque evitó dar detalles sobre la reacción de estos. De hecho, el titular de Educación reiteró la buena relación con los máximos responsables educativos. Rovira destacó que, desde que está al frente del área, ha hecho varios intentos por reconducir el enfrentamiento.

Antecedente

La puesta en marcha del grado de Medicina ya pasó por los tribunales el año pasado. La UMH pidió medidas cautelares para que comenzara el curso en la UA mientras estaba el contencioso-administrativo en marcha. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valencina rechazó la petición y las clases empezaron.

El aspecto más interesante de la sentencia del TSJCV fue la argumentación y es que quedaba claro que una segunda facultad no perjudicaba a la UMH. La interpretación se entendió como un balón de oxígeno hacia la UA y la tensión volvió a subir de nivel. En sendas entrevistas publicadas en este diario en mayo y junio de 2023 tras el fallo a los dos rectores, Juan José Ruiz y Amparo Navarro, mantenían posturas.

El rector de la UMH de Elche aseguró que «todo el procedimiento de aprobación del grado es incorrecto. Para poner un grado nuevo debe haber una memoria donde se especifica todo lo que tienes, el profesorado, las infraestructuras y hasta las aulas donde se dan las clases. Y se somete a la aprobación de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación (Aneca). Esa memoria es de 2017 y se aprobó por la Aneca en 2018, y quieren montar una titulación en 2023. En la orden de creación de un nuevo grado se habla de dos años, y si en ese periodo no se ha implantado una titulación, la acreditación decae».

La segunda, la rectora de la UA, fue igualmente rotunda: ‘Una vez obtenida la autorización, y una vez publicado el plan de estudios en el Boletín Oficial del Estado, a partir del 14 de noviembre de 2022, la Universidad Alicante contaba con dos años para implantarlo. Por lo tanto, estamos en plazo para hacerlo. Lo digo porque reiteradamente el rector de la Miguel Hernández dice que está caducado. No hay ningún plazo de caducidad desde que se aprobó por parte de la Aneca. Además, una vez ya creado, cada seis años hay unos plazos de revisión de los grados que se imparten y se renuevan o se retiran. Nunca se ha suprimido ningún grado en esta Universidad, ni tenido informes desfavorables».

Contra el Botànic

La carga de la prueba es inexistente y otro argumento del conseller popular reside en las aristas que dejó el Botànic en la vuelta de Medicina a la UA. Las explicaciones están en línea con parte de los argumentos defendidos por Juan José Ruiz, quien afronta un segundo mandato al frente de la UMH. Rovira expone las dudas que le genera el planteamiento de prácticas de la UA en los hospitales privados de la provincia, pues la UMH, cuyo campus está junto al hospital universitario de San Juan, las hace en los centros públicos. En este punto, se olvidan los informes de la Aneca y de la propia Generalitat Valenciana para autorizar estos estudios y todo su desarrollo. 

Rovira considera que el futuro pasa por llegar a acuerdos y ha recordado que la apuesta fue la ‘creación de un campus interuniversitario con todas las titulaciones del área de salud y donde la concesión de la titulación fuera compartida por ambas’; pero la decisión judicial tendrá consecuencias para las tres partes.

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