#QuéBienSeComeEnMadrid fue el lema de una noche dedicada al talento, la memoria y el sabor que hacen de la región ‘una capital gastronómica mundial’, sostenía Rogelio Enríquez, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía durante la gala de la IX Edición de los Premios de Gastronomía de la Comunidad de Madrid celebrada en la Galería de Cristal, ubicada en el interior del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. Estos galardones, ‘uno de los más prestigiosos del sector’, ponen en valor la profesionalidad de la restauración madrileña y de los profesionales que la hacen posible. Un acto organizado por la Academia Madrileña de Gastronomía para alabar la calidad y la cultura gastronómica.
De izquierda a derecha: Mariano de Paco, consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid; José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; Rogelio Enríquez, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía; y Miguel Herrero, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. / EPE
Madrid se vistió de gala para celebrar una cita que reconoce no solo a los grandes chefs y restaurantes, sino también a las pequeñas cocinas de barrio que día a día construyen el alma gastronómica de la región. ‘La gastronomía es la mejor medicina que nos pueden recetar’, sostenía durante la ceremonia aludiendo tanto al poder emocional de la cocina como a su relevancia como motor social. ‘Estos premios son un aplauso colectivo a los fogones, a las salas y a quienes trabajan en la calle, con esfuerzo, dedicación y alma en cada proyecto’, añadía en su homenaje a aquellas personas que trabajan a diario detrás de cada establecimiento, ya sea grande o pequeño, ‘hay personas que representan el espíritu madrileño porque no hay gastronomía sin memoria, ni hay ciudad sin sus gentes’.
El evento contó también con la presencia del consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco, quien calificó estos galardones como ‘la punta del iceberg’ del trabajo diario que se realiza en el sector. ‘Hoy celebramos el talento, el esfuerzo y la pasión de quienes hacen posible que #QuéBienSeComeEnMadrid no sea solo un lema, sino una verdad vivida cada día’, añadía. De Paco aprovechó la ocasión para rendir homenaje a la cocina tradicional madrileña y anunció el avance de la declaración del cocido madrileño como Bien de Interés Cultural, en un paso simbólico hacia la protección y promoción de la identidad culinaria de la región. También destacó la importancia de los productos con Denominación de Origen, como los aceites y vinos madrileños, “porque Madrid se construye paso a paso, plato a plato.”
La gala, cargada de emoción y orgullo, sirvió como reconocimiento al trabajo silencioso pero vital de tantas manos que, con pasión y entrega, dan sabor a Madrid. Desde las cocinas más reconocidas con estrellas, hasta los bares de siempre que resisten con autenticidad, la Comunidad quiso rendir homenaje a todos ellos, recordando que detrás de cada plato hay una historia que merece ser contada y celebrada.
Premiados por la Academia Madrileña de Gastronomía 2025
Este reconocimiento pone en valor la labor gastronómica y la trayectoria de quienes hacen posible que tanto madrileños como visitantes disfruten del placer de la buena mesa. En esta nueva edición de los galardones —ya considerados una auténtica ‘seña de identidad de Madrid’, según expresó el alcalde José Luis Martínez-Almeida—, el regidor madrileño fue el encargado de entregar el último premio de la noche al restaurante Pabú, del chef Coco Montes.
José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid en la entrega de los Premios de Gastronomía 2025 de la Comunidad de Madrid, / EPE
Este establecimiento que recibió su primera estrella Michelin tras solo un año de apertura, también ha sido recientemente distinguido por la Academia Internacional de Gastronomía y el chef Coco Montes no puede estar más agradecido, según expresó en la gala a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA tras recoger su galardón. Además, el chef destacó que en su restaurante, Pabú, siempre han puesto el cuidado y el amor hacia los clientes por encima de todo. Señaló que su proyecto se basa en el respeto por la cocina que elaboran y en priorizar la experiencia de quienes los visitan. Su próximo comensal será el alcalde, según ha hecho público en la gala, ya que aún no ha ‘hecho los deberes’ y tiene pendiente ir a Pabú donde, según confesó el chef con estrella Michelin, le recibirá con cariño como con todos sus clientes.
Almeida hace entrega del galardón de los Premios de la Academia Madrileña de Gastronomía a Coco Montes, de Pabú. / EPE
Once premios con sabor a Madrid
- Restaurante: Pabú
En apenas un año desde su apertura, este íntimo restaurante ubicado en el barrio de Chamartín se ha hecho un hueco entre los imprescindibles de Madrid. Coco Montes, formado en L’Arpège de París, ofrece una gastronomía que gira en torno a la cocina de microtemporada y que cambia a diario al ritmo del producto fresco y de temporada. Uno de los elementos más distintivos es la cocina visible a través de un suelo acristalado en el recibidor, que permite observar al equipo en plena acción desde una perspectiva única. La excelencia, simplicidad y respeto por la materia prima son los pilares de la cocina del chef madrileño, que ya ha sido reconocido con una estrella Michelin y un Sol Guía Repsol.
- Sala/Sumiller: Miguel Laredo
En el corazón del barrio de El Retiro, Taberna Laredo brilla como un referente gastronómico que combina tradición y modernidad, y detrás de su reconocida bodega está Miguel Laredo, quien desde hace más de tres décadas dirige con pasión y maestría esta joya vinícola. Su incansable dedicación se traduce en una selección meticulosa de vinos nacionales e internacionales, con especial atención a los champanes y las exquisitas etiquetas de Borgoña, que elevan cada experiencia en la mesa. Junto a sus hermanos, David y Javier, Miguel ha sabido transformar Taberna Laredo en un templo donde la cocina tradicional española de temporada se reinventa con un toque contemporáneo, conquistando el paladar de quienes buscan no solo excelencia culinaria, sino también la perfección en cada copa. Más que un restaurante, este espacio es un refugio para los amantes del buen vino y la gastronomía de autor, un lugar donde cada visita es una celebración del sabor y la cultura.
Miguel Laredo recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Restaurante de producto/casa de comidas: Barrera
Escondida en el vibrante barrio de Chamberí, Barrera se revela como un auténtico refugio de la cocina tradicional madrileña, un lugar que, una vez probado, se convierte en cita obligada. Al mando de esta casa de comidas familiar está Ana Barrera, cuya pasión da vida a una propuesta gastronómica que se adapta al ritmo de las estaciones, sin una carta fija que limite la creatividad. Cada jornada, Ana selecciona personalmente las recomendaciones, inspirándose en los productos frescos que llegan directamente del mercado. El comedor, con su ambiente cálido y elegante, transporta a los comensales a la sofisticación de los antiguos salones burgueses, ofreciendo el escenario perfecto para saborear platos que son mucho más que comida: son una experiencia llena de historia y autenticidad.
Barrera recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Dulce – Repostería: La Pajarita
La Pajarita continúa en Madrid tras más de 170 años de historia. Esta confitería se fundó en 1852 por Don Vicente Hijós y Palacio y se consolidó como uno de los establecimientos emblemáticos para disfrutar de un dulce en la capital. La familia Aznárez continúa con un legado que ha sobrevivido a modas y cambios de ubicación y que siempre ha conquistado a generaciones de madrileños con sus bombones de chocolates, tés y, sobre todo, con sus célebres caramelos de violeta. Actualmente conservan su método artesanal para elaborar los productos a base de materias primas de calidad y técnicas manuales del más alto estilo.
La Pajarita recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Puesto de mercado: Ernesto Prieto
Hace más de sesenta años, Ernesto Prieto Abad plantó la semilla de un proyecto que hoy es todo un icono del pescado y marisco en Madrid. Desde que en 1963 se asentaron definitivamente en el Mercado de Chamartín, tres generaciones de la familia Prieto han trabajado sin descanso para mantener vivo un legado que mezcla a la perfección tradición y modernidad. Con un compromiso firme hacia la excelencia y la calidad, esta familia ha logrado convertirse en un punto de referencia imprescindible para chefs, restauradores y amantes de la gastronomía más auténtica.
Ernesto Prieto recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Cocina internacional: Lana
Tres años han bastado para que Lana se haya convertido en un referente de la carne a la parrilla en Madrid. Los hermanos argentinos Martín y Joaquín Narváiz pusieron en marcha este restaurante en 2022, en plena calle Ponzano, donde ofrecen una experiencia con las brasas como gran protagonista. Esta embajada argentina te envuelve con su olor a humo, a ascuas, por las pasan diferentes cortes de carne madurada de calidad. Además, destaca también por su bodega, una selección de vinos, con más de mil referencias únicamente de origen argentino. Todo esto ha llevado a Lana a conseguir dos Soles Guía Repsol y a situarse el número 18 de los 101 World’s Best Steak Restaurants.
LANA recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Bar/Taberna: La Catapa
A escasos metros del Parque del Retiro se encuentra la Taberna La Catapa. Este establecimiento, que abrió sus puertas en 2010, está liderado por el chef Miguel Ángel Jiménez, que ha sabido combinar la cocina tradicional española con una visión moderna, apostando siempre por el producto de temporada. Para unos, este restaurante de la calle Menorca es una de las mejores barras de Madrid, y para otros, es una casa de comidas de las más fiables y sofisticadas. En cualquier caso, el cocinero que lidera este proyecto pone sobre la mesa tapas, con una excelsa técnica, y platos elaborados con los ingredientes que marca la temporalidad. Además, es una parada obligatoria para todos aquellos que son amantes del vino, con una bodega que alberga una amplia variedad de referencias.
La Catapa recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Vinos y Licores: La Caníbal
La Caníbal se ha consolidado como uno de los espacios más auténticos y comprometidos dentro de la escena gastronómica de Madrid. Desde que abrió sus puertas en la calle Argumosa, en el vibrante barrio de Lavapiés, y recogiendo el legado del histórico O Pazo de Lugo, este local ha apostado por una oferta centrada en vinos naturales, cervezas artesanales y una cocina con identidad propia. Al mando de los fogones, el chef Miguel Santamaría crea platos sencillos pero llenos de sabor, que le han valido reconocimientos destacados, incluyendo el premio a la mejor tapa de Madrid.
La Caníbal recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Producto de Madrid: anís de Chinchón
Este licor anisado es uno de los más ligados a la memoria gustativa de Madrid, elaborado exclusivamente en la localidad que le da nombre, Chinchón. Este clásico, con carácter madrileño, mantiene un proceso de destilación artesanal, que parte de semillas de anís verde maceradas y se lleva a cabo en alambiques de cobre. Sus variedades, que van desde el dulce hasta el seco especial, están presenten en las recetas dulces tradicionales de nuestro país, en cócteles y en las sobremesas.
Anís de Chinchón recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Proyecto empresarial gastronómico: Grupo Triciclo
Con la intención de crear un restaurante donde ellos mismos quisieran comer, Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso pusieron en marcha un proyecto que hoy es uno de los referentes de la gastronomía madrileña. En 2013 comenzaron con Triciclo, una casa de comidas contemporánea que apuesta por una cocina sencilla basada en productos de temporada y de proximidad, trabajando estrechamente con pequeños productores para garantizar una gastronomía sostenible. Con el paso del tiempo, los tres chefs ampliaron su propuesta con nuevos espacios: Sua, un asador moderno centrado en las brasas y la cocina de mercado; Taberna Triciclo, su versión más informal y con aire castizo que ofrece platillos tradicionales; y Villa Verbena, un restaurante con vistas al lago de la Casa de Campo que se caracteriza por una cocina honesta y de temporada. Durante el evento, el equipo de catering, compuesto por los propios protagonistas, recibió una gran ovación por su impecable trabajo y dedicación, consolidando aún más su posición como pilares de la escena culinaria de la capital.
Grupo Triciclo recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
- Reconocimiento a toda una vida: Pedro Guiñales (Casa Pedro)
Pedro Guiñales es parte de la memoria viva de la gastronomía madrileña. Al frente de Casa Pedro, uno de los restaurantes más antiguos de la Comunidad de Madrid, este hostelero representa la séptima generación de una saga familiar que inició su historia en 1702 con Casa Rafa, conocida entonces como Casa de la Pascuala. El edificio fue antiguamente una posada, donde dormían en la planta superior, según confirman a este medio, añadiendo un aire de historia y tradición que todavía se siente en sus muros. Pedro ha logrado mantener el espíritu auténtico de esta casa de comidas con más de tres siglos de historia, respetando un recetario tradicional y ofreciendo una atención al cliente que se ha convertido en marca de la casa. Hoy, a su lado, está su hija Irene, quien se prepara para continuar este legado generacional de oficio y pasión por la gastronomía madrileña.
Casa Pedro recibe el Premio de Gastronomía de la Comunidad de Madrid 2025. / EPE
La gala de los Premios de Gastronomía de la Comunidad de Madrid cerró con un mensaje claro y rotundo: Madrid no solo se saborea, se vive. Desde casas centenarias como Casa Pedro, que siguen resistiendo con sabor a tradición, hasta proyectos innovadores como La Caníbal o el grupo Triciclo, que apuestan por la sostenibilidad y el producto local, todos los premiados tejieron un relato común: el de una ciudad que honra su memoria a través de sus mesas, sus mercados, sus bares y su gente.