El polémico circuito BTT sobre canales romanos de Las Médulas, únicos en el mundo: ‘Es un atentado’

Desde la Junta de Castilla y León se asegura que la intervención está siendo muy leve para no dañar el canal romano, de entre 1800 y 1900 años de antigüedad. Que la medida dará un impulso al turismo de naturaleza y deporte combinándolo con la historia y el patrimonio. Que no se va a introducir ningún tipo de maquinaria para no dañar la zona. Pero los defensores del patrimonio están muy cabreados. 

En liza, el proyecto de la Junta para recuperar 60 kilómetros de los antiguos canales romanos que llevaban agua a las minas de Las Médulas como un trazado de ruta BTT y de senderismo. Se tratará de un recorrido por el Canal Norte 2 (CN2) que une la localidad de Peñalba de Santiago, en Ponferrada, con el Campo de Braña, en Borrenes, que es un espacio reconocido como Patrimonio de la Humanidad.

‘Atentado contra un Bien de Interés Cultural’

Desde que se anunció el proyecto en 2021, la asociación Promonumenta, junto al arqueólogo director de los estudios del CSIC sobre la explotación de Las Médulas, Javier Sánchez Palencia, ha puesto el grito en el cielo para tratar de frenarlo, algo que no han conseguido pese a que ‘constituye un claro atentado contra la red hidráulica de Las Médulas y por tanto contra su catalogación como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial’, tal y como recoge un escrito remitido a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de España y de la Unión Europea. 

En el mismo denuncian que el circuito acelerará el ‘deterioro’ en el entramado de canales romanos, únicos en el mundo ya que suman un total de 32 con una longitud total de 800 kilómetros a través de los que viajaba hace casi dos milenios un caudal de agua aproximado de diez centímetros.

Vista del paisaje natural de Las Médulas, en El Bierzo, León. / EPC

‘Un bien arqueológico, no medioambiental’

‘El problema fundamental’, sostiene Sánchez en una conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, ‘es que el proyecto lo firma un ingeniero técnico de minas, no un arqueólogo. Sorprende que sea una Fundación de Patrimonio Natural y no una dirección general de Patrimonio la que haga estas cosas porque no es un bien medioambiental sino arqueológico’. 

De acuerdo al experto, debería haber ‘habido una documentación arqueológica muy rigurosa’ no solo de los canales sino de los rellenos, que tendrían que haber sido objeto de ‘estudios estratográficos, geoarqueológicos y paleoambientales’.

 ’Es que no solo tiene valor arqueológico la caja del canal, sino también el relleno. Es un relleno normal, de tierra, donde siempre quedan depósitos de sedimentos muy finos, limos, arcillas, materiales orgánicos que arrastra el canal que nos permitiría obtener muchísimos datos’, añade Sánchez, que junto a un equipo hizo en la zona 15 dataciones de carbono 14 que permitieron datar la red entre el siglo I y II d.c. ‘El proyecto que yo he leído no contempla ningún tipo de muestreo’.  

Un canal en buen estado sólo en 21 kilómetros

El experto advierte que solo 21 kilómetros de los 60 del canal tienen ‘una buena conservación’ y que el resto se encuentra en un estado entre regular y muy malo, por lo que considera que reconstruir la traza del canal ‘va contra la integridad y autenticidad de la red hidráulica y por lo tanto de su valor universal excepcional’. Según Sánchez, si querían haber hecho un recorrido de senderismo y mountain bike por las preciosas Médulas podrían haberlo hecho en paralelo al canal ‘con salidas para visitarlo’, como si se tratase de una villa romana, no que se pasara por encima de él. 

‘Se trata de la mayor red de canales del imperio romano aplicados a la minería’, insiste Sánchez, que subraya que por eso es ‘sorprendente que no se aplique una práctica científica de arqueología’. ’¿Te imaginas que el Coliseo romano lo restaurara la Dirección de Medio Ambiente y no la Dirección General de Bienes Culturales de Italia?’, se pregunta sobre el principal fallo que a su juicio tiene el proyecto.  

Vista del trazado de uno de los canales romanos de Las Médulas, en León. / PROMONUMENTA

‘Criterios sostenibles’

Desde la Junta de Castilla y León se insiste en que el proyecto será lo menos lesivo para el patrimonio posible. “A la hora de construir senderos para mountain bike estamos replicando modelos que ya hemos utilizado en otros lugares, como en Zona Alfa León, y las técnicas constructivas del ‘trail building’. Se aplican criterios de construcción sostenibles, disminuyendo los procesos erosivos para que el uso de la bicicleta no dañe el terreno, con unos recorridos en los que el frenado sea mínimo, con contrapendientes y descensos de velocidad”, señalaba Eduardo Álvarez, coordinador provincial de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, durante una reciente visita a los trabajos de adecuación.

La obra engloba desde la recuperación, mediante desbroce y cajeado manual, del canal a la construcción de cuatro rutas de descenso para mountain bike, ‘que alguna comienza desde una altura de 1.900 metros y acaba en 500’. 

‘Comparten, en algún tramo, el canal, pero después lo abandonan para descender. Tres de ellas salen del entorno de La Aquiana y bajan por diferentes aristas hacia las localidades de San Clemente y Villanueva de Valdueza”, precisaba Álvarez durante esa visita.

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