De la lesión de Moro al la huida de Juma Bah: el Valladolid de Ronaldo se desintegra y su entrenador amenaza con irse

Zorrilla es uno de esos campos que se construyó en España con motivo del Mundial de 1982. Lleva el nombre del escritor vallisoletano y siempre ha tenido fama de ser un feudo en el que se congelan hasta las pestañas. Esto le valió el sobrenombre de ‘Estadio de la Pulmonía’. Pero en los últimos meses, los más de 21.000 espectadores que de media acuden a cada partido han convertido la casa del colista de Primera en un lugar caliente, plagado de pancartas amarillas contra Ronaldo Nazario. ‘O Fenómeno’ compró el club en 2018 y ambicionaba con llevarlo ‘en cinco años a Champions’. La realidad actual es tozuda con este deseo. El equipo que hoy recibe al Real Madrid está en venta, por pedazos, como demuestra la huida de Juma Bah al Manchester City y la lesión de Raúl Moro, la estrella del equipo, que también estaba en el mercado.

Moro, Kike Pérez… todo está en venta en el Valladolid

De todos modos, no hay como tener un enemigo común. El ambiente que se vive en Zorrilla es siempre de partido grande. De vez en cuando, muy de vez en cuando, el Real Valladolid le otorga un lujo a sus seguidores, como sucedió con el triunfo por 1-0 contra el Betis de hace dos jornadas. Un duelo con el que los blanquivioletas querían volver a creer, aunque solo fuera en un espejismo. El autor del único gol del encuentro fue Kike Pérez, máximo anotador del club esta temporada, con cuatro dianas, las mismas que Raúl Moro. Ambos en venta, pese a ser los pulmones del equipo que dirige Diego Cocca, quien ha amenazado con dejar su cargo si no llegan refuerzos.

Porque, por el momento, lo único que ha visto son fugas y mercado con sus únicos activos válidos, como el propio Moro, al que su lesión contra el Espanyol ha impedido que Ronaldo hiciese caja con él. Estaba hecho ya su traspaso al Ajax. Para los dirigentes blanquivioletas era una operación de éxito, porque en verano habían hecho efectiva la compra de Moro a la Lazio por 2,5 millones y ahora iban a poder sacar siete millones fijos más tres en variables.

Raúl Moro, jugador del Real Valladolid, se retira lesionado en el partido contra el RCD Espanyol. / QUIQUE GARCÍA | EFE

Todo ello, a pesar de que Ronaldo puso por delante en la última junta de accionistas el beneficio de 181.121 euros relativo a la temporada 2023/2024, así como el presupuesto para la actual, de 58 millones. Cifras con las que quiso avalar su gestión al frente de una Sociedad Anónima Deportiva que está en venta, algo declarado por él mismo, pero para la que todavía no ha encontrado comprador. Todo está en venta en el Real Valladolid, hasta los abonos por los que han sido expedientados ocho socios que querían hacer negocio con la visita del Real Madrid, en la que se registrará un lleno en Zorrilla.

Ronaldo Nazario pagó 30 millones en 2018 por el paquete mayoritario (82%) que tiene del club español. Nunca ha ocultado su voluntad por hacer negocio con él. Más ahora, que ha presentado formalmente su candidatura para presidir la Confederação Brasileira de Futebol. En el ascenso de mayo de 2024, el propietario aseguró que había tres ofertas de venta sobre la mesa. Diferentes medios que siguen la actualidad de la entidad han informado en los últimos meses de posibles interesados. En primer lugar, un grupo local liderado por los hermanos Fernández Fermoselle, hijos del expresidente del club Marcos Fernández. Después, el grupo Soccer Bar, propietario del San Diego FC de la MLS de EEUU. Si no logra cerrar la venta pronto, Ronaldo sabe que un equipo en Segunda vale bastante menos.

Diego Cocca, entrenador del Real Valladolid, en el partido de Copa contra el Ourense CF. / BRAIS LORENZO / EFE

Cocca, desesperado tras la huida de Juma Bah al City

Esta semana, los aficionados del Real Valladolid denunciaban que mientras su presidente jugaba al pádel, su entrenador, Diego Cocca, quien sufrió su primer gran varapalo con la eliminación en Copa ante el Ourense CF (Segunda RFEF), lanzaba una llamada de auxilio. La pregunta en la rueda de prensa previa a recibir al Real Madrid fue muy clara, y su respuesta, igual de dura.

P. Si el mercado se cierra de una manera que no le satisface, ¿se plantearía su continuidad en el Real Valladolid?

R. No me manejo con los ‘hubieras’ y con suposiciones. Lo que trato de transmitir es lo que estamos pensando dentro del club para que fuera lo entiendan. Queremos hacer un fichaje importante, que nos sirva a nosotros. Está claro que no vamos a traer jugadores de primer nivel, porque nos falta desde lo económico y, seguramente, desde lo deportivo, porque hay que venir al Real Valladolid a pelear la permanencia. Tenemos esta problemática, además del ‘fair play’ financiero. Tendrá que ser a las prisas, lamentablemente, pero es la realidad. Cuando termine la semana que viene veremos cómo estamos, qué plantel pudimos armar y cómo hacer para seguir compitiendo. La semana que viene me siento y hablamos.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Cocca, que sustituyó a Pezzolano hace poco más de un mes, ha sido la gestión de la huida de Juma Bah, central de Sierra Leona que ha pagado su propia cláusula para irse al Manchester City, que lo cederá al Lens como parte del fichaje de Khusanov. Central por central y el Real Valladolid sin él, por una nefasta gestión contractual del jugador de 18 años al que firmó en verano del AIK Freetong de su país natal. La dirección deportiva que lidera Domingo Catoira tenía a Juma Bah jugando en Primera en Primera con una ficha juvenil de 2.500 euros. Esto provocaba que el futbolista tuviese una cláusula de apenas seis millones, mientras que si se le hubiese dado de alta en el filial sería de 12 millones y en caso de estar en el primer equipo ascendería a 30.

Juma Bah, a la izquierda, en un partido con el Real Valladolid de esta temporada. / JUANJO MARTÍN / EFE

El propio Juma Bah depositó su cláusula en la RFEF para abandonar el club e irse rumbo al Manchester City. El Valladolid responsabiliza al jugador del “incumplimiento de sus compromisos contractuales y ha solicitado a su departamento jurídico el inicio de acciones disciplinarias al respecto”. La entidad acusa al City Football Group de haber condicionado al jugador que, según su versión, estaba bajo un periodo de decisón hasta el 30 de junio que incluía una cláusula con opción de compra que ejerció el 1 de enero, ‘para que los derechos federativos del central pasaran a pertenecer al Pucela bajo un nuevo contrato de mayor duración, y con mejores condiciones”.

En su intervención previa a recibir al Real Madrid, Cocca aseguró que esta salida ‘no la no esperábamos, porque el club sí contemplaba su venta, pero se iba a quedar jugando para nosotros para, en base a ese dinero, poder salir a reforzarnos. Él vino directamente a despedirse. Estaba muy acongojado; no era quizás la mejor forma ni para él ni para nosotros, pero cada uno toma sus decisiones’.

Desde la resignación, el argentino, que sigue esperando, como mínimo, ‘cuatro refuerzos’ ve como no paran de salir noticias que vinculan a sus mejores jugadores con otros clubes. Es el caso del citado Kike Pérez, que habría alcanzado un acuerdo para irse al Venezia italiano. De ahí que pese al lustroso lavado de cara al que ha sido sometido Zorrilla, que no ha perdido sus característicos palcos, pero ha ganado en imagen exterior, las tripas del colista de Primera son las de un equipo al que le están quitando los órganos vitales.

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