Con las altas temperaturas muchas salsas se estropean. Ya no solo es que pierdan su característico sabor y se queden más ácidas o con un aroma desagradable, sino que además pueden resultar peligrosas para la salud por la posibilidad de que provoquen una salmonelosis o cualquier otra afección estomacal. Desde un dolor abdominal, hasta un ingreso hospitalario por intoxicación aguda, las consecuencias de consumir un alimento en mal estado pueden ser muy graves.