La primera tarjeta postal de la historia se envió el 1 de octubre de 1869 desde Austria. Entonces arrancó en Europa un nuevo medio de correspondencia muy popular que llegó a su culmen con la aparición de las postales fotográficas. Este nuevo invento ya no requería la incomodidad de un sobre, permitía introducir un texto sencillo y su franqueo equivalía a la mitad de una carta ordinaria.
Tal y como recoge José Ramón Cabanelas, en Vigo, el 12 de septiembre del año 1897, se franqueó en la oficina de correos de la ciudad, ubicada en la calle Velázquez Moreno, la primera tarjeta postal fotográfica que circularía en toda Galicia. Su destino era Buenos Aires y portaba un texto con la leyenda “Vigo vista general”. Uno de los editores más famosos de Galicia, que comercializó estas primeras tarjetas postales fotográficas ya desde el año 1897, fue el suizo afincado en Vigo Eugenio Krapf.
En cuanto a su forma, las tarjetas postales que tenían más éxito entre los coleccionistas eran las dobles, triples o cuádruples, que, en forma de acordeón, ofrecían unas panorámicas espectaculares de la bahía viguesa.
Destacaban también las tarjetas postales las publicitarias, y entre ellas las de hoteles de Vigo, como el Continental y Universal en las Avenidas o el hotel Europa en la calle del Príncipe. Las de los conserveros locales como Antonio Alonso Santodomingo, Miau o Massó también fueron muy codiciadas. Y, sobre todo, son muy interesantes por su valor documental, la de los históricos cafés como el Colón, Derby o Café Suizo.