Tolilla de Aliste, localidad perteneciente al municipio de Gallegos del Río, uno de los núcleos de España más afectados por el éxodo rural y la despoblación rural galopante da un ejemplo de superación ante la adversidad. Con solo 13 habitantes celebró sus fiestas patronales con la actuación de la orquesta Musical Compás cuyos integrantes, 13, igualan en número a los vecinos.
Tolilla tiene como patrona a Santa Inés protectora de las parejas comprometidas, de la castidad, de las vírgenes y de las víctimas de abuso sexual. Nació en el año 291 en Roma donde murió el 19 de enero del 301 con 13 años.
Aunque su festividad coincide con el 21 de enero a principios del siglo XX dadas las inclemencias atmosféricas y gracias a la comprensión del cura los vecinos pudieron la fiesta al verano, ya finalizada la cosecha: Tolilla veneraría a San Inés el 8 y 9 de setiembre y Valer a Santa Eulalia el 10 y el 11. El cura de Valer atendía también a Flores y Tolilla y así podía asistir a las fiestas de ambos pueblos. Aparte había familias integradas por hombres y mujeres de Tolilla y Valer que así podían acudir a las fiestas del otro pueblo con parientes.
Desde hace varios años se trasladó al 8 y 9 de agosto para buscar la participación de los emigrados y sus descendientes.
El día grande de este año comenzaba con una misa solemne oficiada por el sacerdote Teo Nieto Vicente donde los tolillenses veneraron a su patrona Santa Inés para luego continuar con la costumbre de la comida en familia con parientes y allegados. Los pequeños pudieron disfrutar del parque infantil con hinchables.
Espectacular escenario instalado en el pueblo. / Chany Sebastián
La gran atracción a nivel lúdico llegaba con la actuación de la súper orquesta Musical Compás de Villamayor de Armuña (Salamanca) que, bajo la dirección de David Morín (saxofonista y cantante) llegó para animar la velada nocturna alistana. Fue una noche mágica donde los vecinos y emigrantes de Tolilla disfrutaron arropados por otros fiesteros llegados desde pueblos cercanos como Rabanales, Mellanes, Lober, Gallegos del Río, Flores, Valer y Samir de los Caños.
Tolilla: Tantos vecinos como músicos. / Archivo
Musical Compás, es una orquesta fundada en 2007, que disfruta y hace disfrutar fusionando lo más fresco y actual con la esencia clásica de las verbenas populares. Cumbias y merengues, pasodobles, pop y rock y reggaetón, con 40.000 Wastts Line Array, iluminación de ultima generación, pantallas led HD. Un cache refrendado por unas 90 actuaciones al año y unos 20.000 kilómetros por verano. La calidad se impuso a la cantidad: no siempre hace falta la presencia de una multitud para que quienes participan en un concierto de verdad lo disfruten: Una gran orquesta para un gran pueblo.
Para David Morín, líder de Musical Compás, ‘para nosotros ha sido una noche especial, nos encanta venir a Aliste donde ya hemos tenido magníficas experiencias en pueblos del municipio de Gallegos del Río como Valer y Flores. La gente es muy acogedora y le gusta la fiesta, disfrutan ellos y nos hacen disfrutar a nosotros’.
Ubicada en la frondosa ribera del río Mena, un auténtico paraíso de biodiversidad en fauna y flora, Tolilla vivió su momento de mayor esplendor poblacional haca 114 años con 116 habitantes. Fue uno de los pueblos pioneros en la emigración con destinos la Argentina. Ello trajo consigo que mientras la mayoría de los pueblos alistanos iniciaron un crecimiento durante el reinado de Alfonso XIII, Segunda República y Guerra Civil, Tolilla comenzaba a perder población.
Mientras pueblos del mismo municipio como Valer pasaban de esplendor 246 habitantes en 1910 a 465 en 1959 o Gallegos del Río de 277 a 335, Tolilla perdió en ese período de tiempo 31 residentes y bajo a 85. A partir de ahí comenzaba la tragedia poblacional 78 en 1960, 79 en 1970, 53 en 1981, 42 en 1991 y 29 en 1997. Afrontó el cambio del siglo con 28 residentes hasta tocar fondo en 2020 con 12, a año siguiente subió a 14 y ahora son 13 vecinos: 7 varones y 6 son mujeres.
La histórica ermita de Los Mártires (Fabián y Sebastián) fue durante siglos parte vital a nivel religioso, social y humano entre Tolilla y Lober. Ya estaba abierta al culto en 1791: “decente y se puede celebrar en ella” escribía el entonces cura Manuel Elías que había llegado desde la lejana población de Sotto de Cameros en el Obispado de Calahorra. Valga como ejemplo que allá por 178 llegó a tener 96 feligreses (personas de comunión) de las cuales 52 correspondían a Tolilla y 44 a Lober.
Las imágenes de San Fabián y San Sebastián fueron robadas en los años setenta del siglo XX, la ermita cayó en la desidia y en la ruina, y tras ser recuperadas por la Guardia Civil en Madrid encontraron su morada dentro del retablo de la iglesia de Tolilla. Tolilla un pequeño gran pueblo con muy grandes fiestas.