España se enfrenta a la primera ola de calor del verano que traerá valores de récord en los próximos días. Una alerta que mantiene también en vilo a los hospitales españoles por el enorme impacto en los más vulnerables. Los hospitales ya abordan los golpes de calor -marcados por una temperatura corporal muy alta (mayor a 40.5ºC), alteraciones neurológicas y fallo multiorgánico- como emergencias médicas con una mortalidad elevada. En las unidades de intensivos, los especialistas se han visto obligados a actualizar sus protocolos ante la posibilidad de recibir en sus servicios a personas que no pueden soportar ese calentamiento.