El destino ha juntado de nuevo a los actores Eduard Fernández y Nathalie Poza en un nuevo proyecto, una película dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño que cuenta la historia de Enric Marco Batlle. ‘Marco’, que así es como se llama, es una producción de Atresmedia Cine, en la que el propio Eduard encarna el personaje de Enric Marco, quien logró convertirse en la voz de los deportados en campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial e incluso presidir la Asociación Española de Víctimas del Holocausto. Por su parte, Nathalie Poza da vida a Laura, la esposa del protagonista. Completan el reparto Chani Martín, Sonia Almarcha, Fermí Reixach, Vicente Vergara y Jordi Rico.
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Pero ¿quién fue realmente Enric Marco?
El hombre que inspiró a estos dos directores fue un sindicalista español que engañó al mundo durante tres décadas, haciendo creer en un inicio que había sido anarquista en la Guerra Civil y amigo de Buenaventura Durruti. Enric Marco fue un sindicalista español que se convirtió en Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y posteriormente en Presidente de la Amicale de Mauthausen de España. Él siempre decía que había nacido el 14 de abril de 1921, diez años antes de la República, aunque la realidad es que llegó a este mundo dos días antes de esa fecha.
Tras la dictadura franquista, siempre aseguró haber luchado incansablemente contra Franco, además de -supuestamente- tener que huir a Francia desde Barcelona. Posteriormente, en el año 1943, él aseguraba que fue encarcelado en un campo nazi de exterminio con el número 6.648 como identificación. En aquella época, los anarquistas creyeron su versión. No todos, pues al poco tiempo, los que contaban con estudios investigaron entre los documentos del movimiento apolítico y no encontraron nada. Fue Juan Gómez Casas quien lo destapó en 1980.
Enric Marco Batllo en una imagen de archivo / Agencias
Fue destapado en 2005
Sin embargo, eso no le detuvo y se convirtió en vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña, permitiéndole adentrarse en el sistema educativo de la comunidad y consolidar su papel como víctima del Holocausto a través de las conferencias que ofrecía. En el año 2000 llegó la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y con ella una nueva versión del victimismo de Enric Marco, quien continuó su discurso acerca de la víctima del nazismo en un campo de exterminio. Como nadie podía desmentirle, llegó a ser presidente de la Asociación Amical de Mauthausen en 2003.
En enero de 2005, el PSOE le invitó al Congreso de los Diputados en un acto conmemorativo de las víctimas españolas del Holocausto, donde pronunció las siguientes palabras: ‘Cuando llegábamos a los campos de concentración en esos trenes infectos, para ganado -leyó Marco-, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban sus focos’. No fue hasta que llegó un historiador llamado Benito Bermejo, que investigó el pasado de Marco y lejos de encontrarse con miseria y traumas, descubrió que participó en un plan franquista para ayudar a Alemania en 1941. En 2005 la noticia se hizo pública y él reconoció su pasado, aunque jamás se arrepintió. Murió en 2022.