En las últimas décadas, España ha duplicado las tasas de incidencia de cáncer de piel: se diagnostican más de 300 pacientes con melanoma cutáneo cada mes.
Y las personas que han sufrido más de cinco quemaduras solares a lo largo de su vida, tienen el doble de riesgo de padecer la forma más grave de cáncer de piel.
Tras dos años de pandemia, este verano está marcado por la recuperación del ocio estival, las escapadas a la playa y las exposiciones solares directas. Y es que la radiación ultravioleta UVB y UVA juegan un papel fundamental en el desarrollo de cáncer de piel. También en el envejecimiento prematuro.
Después de una sobreexposición a los rayos solares se puede producir una quemadura solar, que no deja de ser una reacción de la piel. Aunque los primeros signos pueden no aparecer durante las primeras horas tras la quemadura, el efecto total puede llegar a tardar más de 24 horas.
Las señales más evidentes son piel roja y sensible, caliente al tacto, y en los casos más graves: ampollas y fiebre, escalofríos e incluso náuseas. Si se padece cualquiera de estos últimos síntomas, se debe consultar con un facultativo.
Cómo tratar las quemaduras solaresQué no se debe hacer nunca
Las quemaduras solares aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel / Freepik
Cómo evitar las temidas quemaduras solares
Estos son los consejos que se deben seguir a rajatabla para disfrutar del sol con responsabilidad y no sufrir quemaduras solares, según la Fundación Piel Sana de la Fundación AEDV:
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Y ante cualquier cambio percibido en la piel, “se trate de una lesión nueva o antigua y con apariencia diferente a otras manchas”, se debe acudir a un especialista. Además, “se recomienda prestar atención a posibles cambios de forma o color, picores, escozor o dolor”.