El verano es tradicionalmente visto como una época de descanso, vacaciones y tiempo en familia. Sin embargo, más allá de la diversión y el relax, esta temporada puede convertirse en una oportunidad estratégica para realizar trámites administrativos importantes, como la solicitud de las ayudas sociales y prestaciones. Según María Grandmontagne, trabajadora social de la Fundación Querer, el verano es una época ideal para gestionar estas ayudas por varias razones. A menudo, el ritmo más pausado del verano brinda un entorno más relajado, lo que facilita la concentración y el enfoque en tareas que, durante el resto del año, podrían parecer tediosas o abrumadoras. Además, muchas familias encuentran que el verano les proporciona tiempo necesario para reflexionar sobre su situación económica y reorganizar sus prioridades.