Tras recibir un gol, los italianos se lanzan al ataque. Y en un lío en la portería de española, un jugador italiano sujeta al guardameta español, que aprovecha Ferrari para marcar gol. El colegiado tiene un momento de duda, pero no se atreve a llevar la contraria al apasionado público y da el gol por válido. En una contra de los españoles, Iraragorri entrega en bandeja a Lafuente, el cual dispara y consigue batir a Combi; pero Baert decide anular el tanto por fuera de juego. Esta decisión provoca la indignación de los leones rojos, pero también de los miles de españoles que pudieron escuchar la narración del partido gracias a un medio de comunicación que comenzaba a expandirse: la radio.