Los nervios comienzan a florecer. No son los mismos ni tan intensos como en las previas de las finales de la Champions -difícil encontrar a alguien madridista que confiese que las cinco ganadas en la última década ayuden a mantener la calma- pero es contra el Barcelona, así que esta final de la Copa del Rey es especial.
Muchas de las peñas madridistas en la Comunidad de Madrid han estado estas últimas horas moviendo autobuses, coches privados y billetes de AVE para ir a Sevilla. Quienes se quedan, como explica Juan, perteneciente a una de ellas, verán el partido con los compañeros que también se han quedado sin entrada. Lo harán, a poder ser, en una terraza, aprovechando el buen tiempo que por fin ha llegado a la capital.
Aunque reconoce que la Champions tiene un sabor diferente, y que los nervios y ese hormigueo previo a las cinco finales que ha vivido con su peña le han durado toda la semana de antes, expone que este partido ‘es especial’. ‘El Barcelona es nuestra antítesis’, argumenta. Por eso, solo está ‘un escaloncito por debajo’.
Juan Dolado, presidente de la Peña Madridista La Saeta desde 1976, hace 49 años, sí va a Sevilla, pero más de la mitad de sus compañeros se quedan. Verán el partido en su sede, un bar en Villaverde Alto. ‘Vivimos la Champions más pero esta final de la Copa del Rey como es contra el Barcelona… pues nos los queremos comer. Queremos pasarles por encima’, resalta. Su deseo se junta con el optimismo no ya solo de ganar este partido; también la Liga.
Fachada de la sede la Peña Madridista La Saeta en Madrid. / Facebook
Culés en la capital: muchos, pero dispersos
Desde el otro lado de la balanza, los aficionados culés afrontan el partido con una menor fuerza cuantitativa, pero una enorme confianza en la superioridad cualitativa. Al menos es así para Josep Ramón Casas, presidente del Cercle Català de Madrid. Punto de encuentro y difusión de la cultura catalana en la capital desde 1968, el círculo alberga también una de las peñas barcelonistas más antiguas y activas en territorio madrileño, con alrededor de medio centenar de socios.
Se trata, poca duda cabe, de una voz autorizada dentro del barcelonismo capitalino. Un colectivo que, asegura Josep Ramón, es mucho más numeroso de lo que pueda parecer. Sin llegar a las cifras que mueven Real Madrid o Atlético, hay mucha gente del Barça’ aquí, ‘más de la que pensamos’, afirma el presidente. El problema, matiza, ‘es que está un poquito dispersa’. Ahí es donde entra en acción la peña: ‘Aquí nos juntamos todos para ver los partidos’ y ‘se crea un ambiente muy bonito’, asegura Casas, ‘como si estuviéramos en la grada del campo’.
Normalmente no son muchos. Sin embargo, cuando es día de partido grande, como el de este sábado, ‘aparecen de repente muchos más’. Para darles cabida, la peña cuenta con una sala grande, con capacidad para alrededor de 100 personas. ‘Es lo que llenaremos seguro el sábado’, vaticina el presidente del Cercle Català, convencido de que ‘va a haber incluso personas que no van a poder entrar en la sala’. Y es que, tratándose de una final frente al máximo rival, ‘la expectación es enorme’.
Josep Ramón Casas, presidenta de la peña barcelonista del Cercle Català de Madrid, frente a varias camisetas del Barça. / Cedida | Cercle Català de Madrid
Reminiscencias de la época de Guardiola
Luego ‘ganaremos o no, pero ya estamos en la final’, apunta Casas, ilusionado por un rendimiento que nadie esperaba al inicio de la temporada. ‘Este año la gente está muy animada’, cuenta el presidente, que está ‘empezando a ver algo parecido a lo que pasó entre 2009 y 2011, en la época de Guardiola, cuando aquí teníamos llenos en todos los partidos’. Al año del primer triplete ‘lo llamamos el mayo blaugrana, porque fue el 2-6 con el Madrid, el partido con el Chelsea, la final, ganar la Copa de Europa’, relata.
El ambiente entonces ‘fue impresionante’ y ahora ‘estamos en una fase parecida’, afirma con orgullo barcelonista. ‘Quizá no llega a tanto’, rebaja, pero después de tantos años de travesía por el desierto, ‘ahora la gente está muy metida en el tema’ de nuevo. Tanto que, de llegar a la final de la Champions, la verían en el local de Vallecas, donde caben más de 300 personas.
Volviendo al futuro más inmediato, Casas no cree que vaya a haber goleada azulgrana el sábado, pero sí tiene claro que ganará su equipo. ‘El Barça es favorito, y espero que gane, pero están más asustados los del Madrid pensando que les vamos a meter una paliza que nosotros pensando que vaya a pasar’, explica, antes de aventurar un resultado: ‘Creo que será un 3-1 o una cosa así’.