‘Una vida’
Alejandro Palomas
Ediciones Destino
21,90 €
La tarde en que Fer, Emma y Silvia llevan a urgencias a su madre con lo que parece una leve infección, no imaginan que la vida ha dispuesto para ellos un escenario totalmente inesperado. Al salir del hospital después del breve ingreso, el paisaje familiar es otro: los tres hermanos se convierten a la fuerza en hijos y cuidadores. Alejandro Palomas cierra con esta novela el universo literario que inició con Una madre.
‘Todos los colores de la oscuridad’
Chris Whitaker
Salamandra
14,90 €
Mientras la guerra de Vietnam llega a su fin, la desaparición de varias niñas quiebra la sensación de seguridad característica de Monta Clare (Misuri), que se agrava cuando Joseph Patch Macauley es secuestrado. Tras alcanzar el éxito con Empezamos por el final, Chris Whitaker regresa a las librerías españolas con Todos los colores de la oscuridad, novela que combina el misterio, el thriller y una arrebatadora historia de amor.
‘El pañuelo de la hija de Pipino’
Rosmarie Waldrop
Periférica
20,50 €
Frederika, cantante frustrada y femme fatale, se casa, en 1926, con Josef, profesor y veterano de la Gran Guerra. Sin embargo, Frederika inicia una aventura con Franz, judío desaparecido en la Segunda Guerra Mundial, lo que pone la identidad del padre de sus gemelas en entredicho. Para su única novela (1986), la poeta Rosmarie Waldrop eligió una forma de contar alejada de la estética convencional.
‘Juegos prohibidos’
François Boyer
Muñeca Infinita
18,95 €
En 1947 llegó a las librerías una ópera prima ajena a los cánones imperantes de la literatura de guerra de aquellos años, aunque el trasfondo sea la ocupación nazi. Aquí el conflicto solo se refleja en los gestos salvajes y hoscos de una niña de nueve años, Paulette, a la que los bombardeos aéreos han dejado huérfana. Y en la gracia encantadora y los furores rabiosos de Michel, su compañero de juegos.
‘Deseo cenizas para mi casa’
Daria Serenko
Errata Naturae
19 €
La poeta y disidente rusa Daria Serenko empezó a escribir este libro en la celda donde cumplía condena por la difusión de ‘simbología extremista’ dos semanas antes de la invasión rusa de Ucrania. Adivinaba la guerra inminente por el clima que se respiraba y por fragmentos de conversaciones interceptadas a funcionarios. Quedó en libertad un día antes del comienzo de los ataques y abandó Rusia pocos días después.