Una semana después de la clausura de los Juegos Olímpicos de París, va siendo hora de ajustar cuentas. Los últimos cálculos anticipan que el coste de los Juegos ha superado los 10.000 millones (en lugar de los 3.000 millones previstos en un principio) y que alrededor de la mitad ha correspondido a las arcas públicas.