Un rugido que nunca se apaga. Desde su primera aparición en 1954, Godzilla se ha convertido en algo más que un monstruo cinematográfico: es una figura que encarna los miedos, esperanzas y contradicciones de cada época. Para celebrar su 70 aniversario, Cineteca Madrid organiza un miniciclo que repasa el impacto del kaiju eiga, ese género japonés de monstruos que ha dejado huella tanto en el cine como en otras manifestaciones de la cultura popular.
El programa arranca el viernes 10 de enero a las 18:00h con The Dawn of Kaiju Eiga, un documental dirigido por el valenciano Jonathan Bellés, cineasta y académico especializado en el estudio del género kaiju. Bellés, profesor de comunicación audiovisual, es conocido por su dedicación al análisis de este fenómeno cultural, habiendo entrevistado a más de 20 cineastas y expertos japoneses para documentar el impacto global de Godzilla. Su trabajo no se limita al análisis cinematográfico, sino que explora las dimensiones sociales y culturales del kaiju, conectándolo con temas como el impacto de la bomba atómica en la identidad japonesa.
El sábado 11 de enero, también a las 18:00, se proyecta Ishiro Honda: Memoirs of a Film Director, otro proyecto de Bellés que aborda la figura del creador de Godzilla desde una perspectiva íntima. El documental destaca la amistad de Ishiro Honda con Akira Kurosawa y el papel de sus experiencias en la guerra como motor de su obra. Este acercamiento ofrece una visión más profunda sobre cómo el monstruo no solo se convirtió en un ícono del cine, sino también en un símbolo de las ansiedades de la posguerra.
Shin Godzilla, el principio de una nueva vida
El ciclo se cierra el domingo 12 de enero, a las 17:00, con Shin Godzilla (2016), dirigida por Hideaki Anno y Shinji Higuchi. Esta reinterpretación moderna de la franquicia actualiza al monstruo como una metáfora de los problemas contemporáneos de Japón. Aclamada por su innovador enfoque narrativo, la película presenta a Godzilla como una amenaza en constante evolución que pone de manifiesto la incapacidad burocrática para gestionar desastres. Ganadora de siete premios de la Academia Japonesa de Cine, incluyendo mejor película y mejor director, Shin Godzilla es una muestra de cómo el monstruo sigue siendo relevante como espejo de las crisis sociales, ambientales y políticas.
Jose Viruete, experto en cultura popular, responsable de la web referente Viruete.com y uno de los responsables del podcast Campamento Krypton, aporta una mirada amplia sobre la evolución del personaje. ‘Cualquier icono de este tipo tiene que ser capaz de adaptarse y permitir diferentes interpretaciones. Hay personajes que no han sabido envejecer porque no logran conectar con nuevas generaciones o tener reinterpretaciones exitosas. Godzilla comienza en Japón como metáfora del terror atómico, pero luego sufre un proceso que muchos iconos con un mensaje claro experimentan: se elabora, cae en la autoparodia, se reivindica y se vuelve a poner en valor. Admite tanto esa interpretación terrorífica como convertirlo en un despiporre’, explica. Para Viruete, esta capacidad de transitar entre lo serio y lo lúdico es clave en su permanencia.
El 'Godzilla' original, de 1954. / ARCHIVO
Además, subraya que en España el reconocimiento del personaje fue tardío. ‘En los años setenta, las películas de Godzilla se disfrazaban. Les ponían títulos que no indicaban que eran de monstruos gigantes, como la famosa Destroy All Monsters, que aquí se llamó Invasión extraterrestre, y el cartel parecía de marcianos. Ese interés en Estados Unidos acabó afectando en Europa, al final de rebote nos lo han vendido’. La televisión y su presencia constante en generaciones posteriores consolidaron un culto que ha hecho que, incluso hoy, niños y jóvenes sepan los nombres de los monstruos de su universo.
Un monstruo que sigue pisando fuerte
Godzilla no solo ha sobrevivido al paso del tiempo, sino que ha dejado una huella imborrable en la cultura pop. De metáfora del terror nuclear a estrella de memes y coleccionables, el monstruo japonés ha demostrado ser un icono polifacético y capaz de reinventarse continuamente. Su rugido, tan reconocible como su colosal silueta, sigue resonando en todas las generaciones, desde quienes lo descubrieron en el cine clásico hasta los que lo encuentran ahora en las plataformas de streaming.
'Godzilla y Kong' (2024), entrega más reciente del 'cóctel de monstruos' de moda. / ARCHIVO
‘Las películas modernas han hecho que se renueve el público, entre jóvenes e incluso niños’, comenta Viruete. ‘Es increíble ver cómo las nuevas generaciones conectan con Godzilla, no solo por su espectacularidad, sino por su capacidad para mantenerse relevante sin importar el contexto’.
Este miniciclo en Cineteca Madrid celebra a una criatura que no entiende de fronteras ni de épocas. Godzilla comenzó como un reflejo de los miedos más oscuros de su tiempo, pero ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de persistencia y cambio. Después de siete décadas, el rey de los monstruos sigue pisando fuerte, marcando un camino que parece no tener fin en el imaginario colectivo.