‘Ahora habrá unas 200 personas que vienen, pero había muchas más cuando la pandemia. De hecho, nosotros empezamos entonces porque nació una nueva pobreza’. Carmen es la presidenta desde el año 2020 de ‘En Galapagar no estás solo’,una plataforma privada que se dedica a ayudar a las familias más vulnerables del municipio. Su local de la calle Tenería es un gran almacén de comida -reparten dos veces al mes-, material escolar, ropa o muebles, entre otras cosas. El pasado miércoles por la mañana las voluntarias hacían entrega de una silla de ruedas para una señora con pocos recursos.
‘Lo que más se demanda es comida’, asegura Carmen, cuya entidad recibe colaboración del Ayuntamiento cuando se la piden -como cuando montan el mercadillo solidario- y que funciona con donaciones tanto de empresas como particulares. Que algún vecino va a cambiar la cama, les llama para ver si alguien puede necesitarla. Es una iniciativa de los vecinos para los vecinos, una red de cuidados alejada de las adminstraciones que adquiere especial relevancia en Galapagar (36.184 habitantes), un municipio rico, que tenía 37.681 euros de renta media en 2022, según las estadíasticas de la Agencia Tributaria, pero que lidera el ranking negativo en el ámbito de políticas sociales.
Vecinos de Galapagar, en Madrid, pasean por una de las calles del centro del municipio, cuyo ayuntamiento es el que menos dedica a gasto social de España. / XAVI AMADO
Galapagar, Torrelodones y Collado Villalba, a la cola
El Ayuntamiento es el que menos dedica de su presupuesto a gasto social de las localidades con más de 20.000 habitantes de toda España, con solo 34,22 euros por habitante, por delante de Torrelodones, con 37,12 euros y Collado Villalba, con 39,27 euros. Las tres localidades están muy por debajo de la media nacional, de 61,74 euros por habitante al año, según el reciente estudio realizado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales basado en los datos del año 2023.
‘Desde hace varios años venimos arrastrando el segundo y tercer puesto entre los que menos gastan’, señala Maribel Ramírez, concejala del Grupo Municipal Por Galapagar, que aprecia que precisamente el año 2023 fue compartido en el Gobierno muncipal por PSOE y Ciudadanos, y a partir de junio, tras las elecciones, por PP y Vox. ‘Aunque en verdad, en 2024 y 2025 se ha ido reduciendo paulatinamente el gasto en acción social también’, aprecia la concejala, que informa que pese a que el municipio tiene una ‘renta media buena hay sectores de la población que lo están pasando mal’.
‘Aquí no se hace más que pagar, como con los parquímetros’, señala un jubilado mientras aparca el coche cerca del Ahorramás del casco histórico del pueblo, donde vive la población más vulnerable, en concreto en Calle Escuelas, Barrio San Gregorio, Calle Claridad y Carretera de Villalba, Calle Principal, Los Cañales, Tenerías, Cruces, Gamones o Juan Fraile (zona antigua). Bloques de ladrillo de dos o tres alturas se entremezclan con casas de piedra de toda la vida, de pueblo, que contrastan con las urbanizaciones de chalés unifamiliares que dominan las afueras del municipio, enclavado en plena sierra del Guadarrama.
216 ayudas de emergencia
Según un informe técnico del Departamento de Servicios Sociales del Consistorio al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, se han tramitado en el año 2024 un total de 216 ayudas de emergencia para los vecinos de Galapagar por un importe total de 76.000 euros, lejos de los 126.000 que se dedicaron en 2023 para 351 familias.
Voluntarias de 'En Galapagar no están solo' hacen entrega de una silla a una mujer en situación de vulnerabilidad. / XAVI AMADO
De acuerdo al departamento, se han visto reducidas las ayudas ya que desde el mes de julio ‘se ha comenzado a derivar a las familias en situación de pobreza infantil al Programa de Asistencia Básica de Comunidad de Madrid, donde se cubren las necesidades de alimentos. Desde Servicios Sociales se ha derivado a 91 familias vulnerables, correspondiendo con un importe total de 27.750€’.
‘La población de Galapagar, desde el punto de vista socioeconómico está tremendamente polarizada, dando lugar a indicadores de renta más altos de lo que define la realidad de un gran porcentaje de la población galapagueña’, concluye el citado informe, fechado el pasado febrero y que considera que para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es ‘imprescindible que se elaboren planes de actuación integral que de forma transversal contemplen mejoras en las diferentes esferas de la vida de los ciudadanos, como en el Plan de Actuación Integral (PAI)’.
Esperando una ayuda un año
‘Me han tenido que operar varias veces’, denuncia una vecina con discapacidad de unos 55 años, ‘y llevo un año esperando a ver si me dan una ayuda para que venga alguien a limpiar la casa; yo no puedo. No sé si es mucho tiempo o poco, pero llevo ya más un año desde que la solicité’. La mujer, que prefiere no dar su nombre, asegura que ni el gimnasio ni la piscina son más baratos para las personas que tienen que hacer rehabilitación por discapacidad.
Entre los jubilados también hay muchas quejas por los servicios que se ofrecen. ‘Si es que para un municipio de más de 30.000 habitantes apenas hay actividades para los mayores; cuatro cosas, memoria, baile… poco más’, suelta Jesús, camino del Ayuntamiento, que también protesta por que haya subido a ’50 euros’ la tarjeta de residente para poder aparcar en el centro, donde hay zonas verdes de parquímetros por todos lados. ‘Hace pocos años valía 35’. ‘Si es que no tenemos ni Oficina de Hacienda ni de Seguridad Social, y en El Escorial, que tiene menos habitantes, tienen de todo’, lamenta.
Pocas actividades para mayores
‘El pueblo es horrible para esos efectos, cualquier actividad es de pago, y en el centro de mayores apenas hay cosas para hacer. La piscina, además, buffff, la gente prefiere irse a Villalba o Torrelodones’, protesta Julio, también jubilado, que tilda del pueblo de ‘páramo’. ‘Cada vez va a peor, si es no hay tampoco actividades culturales de ningún tipo’.
Para la portavoz de Por Galapagar, ‘la tendencia’ con respecto a las políticas sociales ‘siempre ha sido la misma’ y solo hace falta ‘voluntad política’. ‘Hay mucha gente recogiendo alimentos en Cáritas, o en los contenedores de Supercor, no podemos dejar a esa gente atrás. Este gobierno ha aumentado dinero en algunas partidas y ha reducido mucho en atención primaria mientras la Comunidad ha aumentado el importe en el convenio. En eficiencia energética hay partidas ridículas’, asegura Maribel Ramírez.
Una mujer en una de las calles del centro de Galapagar, en Madrid. / XAVI AMADO
‘Que un ayuntamiento con 36 millones de presupuesto haya una partida presupuestaria de atención primaria para familias que tienen problemas para pagar la luz de 100 euros para todo el municipio es insultante; o de 500 euros para la rehabilitación de vivienda, mientras sí se ha creado una oficina antiokupación’, desglosa la concejala del grupo de la oposición, que asegura que se ha reducido el importe dedicado a la atención social primaria en 190.000 euros.
Al último pleno municipal su grupo ha llevado una moción para pedir al Ayuntamiento que aumente la partida social de sus presupuestos, potenciando los programas a ‘mujeres, mayores y personas con mayores necesidades’. En ese sentido, destaca, por ejemplo, que se bonifique el IBI a ‘todas las familias numerosas, independientemente del nivel de renta, que está bien, pero hay que ayudar también a familias con vulnerabilidad económica, como alas monoparentales’, añade la portavoz, que apunta por último que la Oficina de Servicios Sociales está teniendo también retrasos por ‘dificultades con el personal’, ya que faltan varias personas de la oficina.