El loco del bisturí que desató el pánico en el Metro de Madrid durante meses: ‘Estaba obsesionado con los glúteos femeninos’

Un carnaval mortal en el Teatro Real

Esta historia la protagoniza un diplomático alemán que, de paso por Madrid, solo, decidió visitar el Teatro Real. Estaban organizando una fiesta de Carnaval y, aunque no conocía a nadie, sin disfraz, se plantó allí: “Estando en un rincón algo apartado del bullicio, se le acercó una misteriosa dama de pálida tez, vestida toda de negro y ocultando su rostro bajo un gran antifaz. La única nota de color eran sus guantes blancos y una rosa del mismo tono que portaba en la mano. La mujer lo llevó hasta la sala principal, donde bailaron bastante tiempo sin cruzar palabra. De sus pálidos labios salió la palabra Sígueme y él la acompañó hasta la calle”. Una vez fuera, caminaron hasta llegar a la calle Alcalá. Allí se toparon con la iglesia de San José: entraron y se encontraron un velatorio. Angustiado le pidió salir, pero ella se resistió. Le dijo que era su lugar y él, fruto del nerviosismo, tras forcejear, huyó flor en mano. Al amanecer, regresó. Esta vez, estaba celebrándose un funeral. El cadáver era de la chica que había conocido horas antes.

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