Los inviernos son cada año más cálidos; o, por pasiva, más cortos. El análisis de las temperaturas mínimas diarias durante el invierno climatológico (diciembre, enero y febrero) muestra que España experimentó durante la última década (2014-2023) una media de 8 días adicionales por encima de los 0°C al año, debido al cambio climático provocado por el ser humano, en comparación con un mundo sin calentamiento global. Son lo que los expertos denominan ‘días de invierno perdidos’.
Impulsado principalmente por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas metano, el cambio climático está alterando de manera significativa las características de los inviernos en el hemisferio norte.
La investigación revela que alrededor del 62% de las provincias españolas (32 de 52) experimentaron al menos una semana adicional de días de invierno por encima del punto de congelación cada año. Son datos del nuevo análisis global del grupo de especialistas ‘Climate Central’, titulado ‘Lost Winter’, que muestra cómo el cambio climático está provocando inviernos significativamente más cálidos en todo el hemisferio norte.
Este fenómeno está teniendo efectos alarmantes sobre ecosistemas y otros aspectos esenciales de la vida en el planeta. Afecta, por ejemplo, a la nieve, los deportes de invierno, el suministro de agua, las alergias primaverales y los cultivos.
El embalse de El Vicario, declarado muerto en Ciudad Real. / Efeagro / Beldad
El estudio recoge datos de más de 900 ciudades de 123 países, entre ellas 12 españolas: Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Pamplona, Sevilla, Granada, Málaga, Almería, Huelva y Cádiz.
Las ciudades españolas que registraron un mayor número de días adicionales de media por encima de los 0°C anualmente durante la última década debido al cambio climático fueron: Granada (14 días), Pamplona (13 días), Madrid (9 días), Zaragoza (7 días) y Bilbao (3 días).
Europa, la región más afectada
Más de un tercio de las naciones evaluadas (44 de 123) experimentaron al menos una semana adicional de días con temperaturas superiores a 0°C cada año debido al calentamiento global.
El informe subraya que Europa es la región que ha sufrido el mayor impacto, con varios países perdiendo entre una y tres semanas de frío invernal anualmente.
Países como Alemania, Polonia, la República Checa y Bélgica registraron más de dos semanas adicionales de temperaturas por encima del punto de congelación cada invierno, mientras que Dinamarca, Estonia, Letonia y Lituania experimentaron al menos tres semanas adicionales de ‘días perdidos’.
Veinticinco países de Europa y Asia experimentaron entre una y dos semanas adicionales de días de invierno por encima del punto de congelación como resultado del cambio climático. Entre otros, Italia, Francia, Austria, España y Noruega en Europa y Afganistán, Irán y Japón en Asia.
Este patrón se produce en un contexto preocupante: Europa es el continente que más rápidamente se está calentando, duplicando la tasa promedio global desde la década de 1980. La desaparición gradual del frío invernal en estos países no solo afecta el clima local, también tiene consecuencias a nivel global.
En el ámbito urbano, el informe señala que el 44% de las ciudades analizadas (393 de 901) también experimentaron al menos una semana adicional de días por encima de 0°C cada invierno.
Un campesino caminando en una plantación seca de maíz. / EFE / Esteban Biba
Las ciudades en Asia y Europa registraron las mayores pérdidas de días fríos. Seis ciudades –entre ellas Fuji (Japón), Khujand (Tayikistán), Bergen (Noruega) y Riga (Letonia)– han registrado pérdidas equivalentes a un mes completo de días de invierno fríos cada año.
En Estados Unidos, la situación también es preocupante: 28 estados y 39 de las 62 ciudades analizadas han perdido al menos una semana de temperaturas bajo cero cada invierno.
Consecuencias de un invierno menos frío
La desaparición de los fríos invernales tiene efectos que van mucho más allá de la simple pérdida de nieve. Entre las principales consecuencias destacan:
El informe de Climate Central advierte que, si continúa la tendencia actual de emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento de los inviernos podría intensificarse aún más en las próximas décadas.
Deshielo en la Antártida tomadas por exportes del CSIC dentro del proyecto Climant. / CSIC
‘Los días gélidos de invierno son cruciales para mantener la nieve y el hielo para la recreación y los deportes invernales, reponer la capa de nieve que abastece las fuentes de agua dulce y mantener los ciclos de vida de las plantas, los animales y los insectos’, señala Kristina Dahl, vicepresidenta de Ciencia en Climate Central.
‘Para evitar que los inviernos se calienten aún más, es fundamental eliminar urgentemente los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas, que son los principales impulsores del aumento de las temperaturas globales’, remata Dahl.
Informe de referencia, en este enlace.
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