El ‘tetamundi’ es el objeto que mejor define el trabajo de la diseñadora de Barcelona Marina Salazar. La catalana ideó la imagen de un seno como si fuera un globo terráqueo para representar un episodio de la mitología griega sobre el inicio de la vía láctea que se vincula al chorro de leche que salió disparado de la teta de Hera. Años después de crear su primer objeto ‘hackeado’, como lo llama la artista, esa ‘tetamundi’ dio la vuelta a España por la escenografía de la canción ‘Ay, mamá’ de Rigoberta Bandini en el Benidorm Fest. Lo que fue un icono en forma de falla (aunque matiza Salazar que nunca fue un monumento fallero porque su objetivo no era quemarse) llega a las fiestas falleras de Torrent.