Con una carrera de excavadoras, mucha cara sonriente y expectativas por lo alto, hoy se ha presentado y celebrado simbólicamente la colocación de la primera piedra de Madring, el futuro circuito que albergará desde 2026 el Gran Premio de España de Fórmula 1 en la ciudad de Madrid. ‘Podemos ser el mejor circuito del mundo’, ha afirmado Carlos Sainz, piloto y embajador del gran premio, que no solo se ha referido al trazado, sino también a todo el conjunto de conciertos y actividades que se celebrarán en torno a la competición. ‘Está México, está Miami, está Las Vegas, pero Madrid les puede superar’, ha añadido. ‘Podemos ser el mejor evento de todo el calendario’.
El evento, han señalado al unísono la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ayudará a convertir Madrid ‘en la capital mundial del deporte’. Dejando, además un impacto económico que se cifra en hasta un 0,2% del PIB de la Comunidad y un 0,4% del de la ciudad en apenas un fin de semana, pero con alcance nacional. ‘Será un Gran Premio al servicio de España’, ha insistido Ayuso.
‘Estamos viviendo un sueño en Madrid’, ha señalado la presidenta regional, quien la semana pasada recorrió el lugar en el que se construirá el circuito con el coche con que Carlos Sainz padre participó en el Rally Dakar y el propio Sainz al volante. ‘Un sueño que se está convirtiendo en realidad’, ha añadido. ‘Todos van a poder ver cómo esto comienza, y cómo cerca de sus casas, en esta región de todos, en esta capital de España, este sueño es una realidad’. Quizá demasiado cerca de sus casas, pensarán algunos.
El circuito hoy presentado será un híbrido entre trazado urbano y convencional que discurrirá por Valdebebas y el recinto ferial de Ifema. Bajo el mismo túnel entre ambas zonas por el que desde 2026 a 2035 circularán los bólidos a 260 km/h, se han desvelado hoy todos los detalles del recorrido, con 22 curvas y en concreto una peraltada, de 180 grados y con un desnivel del 24% bautizada como la Monumental y que aspira a convertirse en uno de los hitos del Mundial de Fórmula 1. ‘Si ya teníamos en Las Ventas la Monumental del siglo XX, aquí tendremos la Monumental del siglo XXI’, ha recalcado Almeida subrayando el evidente paralelismo.
Volverán de esta forma las carreras de la máxima categoría automovilística a Madrid, después de que en 1981 se celebrara la última en el circuito del Jarama y que supuso la última victoria del legendario Gilles Villeneuve antes de su muerte en accidente en el Gran Premio de Bélgica poco después. El retorno, 45 años después, será, sin embargo, a un mundo y un espectáculo completamente distinto.
Ha sido el presidente del comité ejecutivo de Ifema, José Vicente de los Mozos, el que ha dejado claro hoy mismo que de lo que se trata con el Gran Premio de España ‘no queremos hacer una carrera, queremos hacer una experiencia’. Ifema ya anunciaba antes de que acabara el año pasado que había alcanzado un acuerdo de 400 millones de euros con la empresa suiza Match Hospitality para la explotación íntegra y exclusiva de las áreas vip y de hospitalidad del Gran Premio.
El ‘tardeo’ de la Fórmula 1
Durante el fin de semana del Gran Premio de España, los 200.000 metros cuadrados que ofrece el entorno de Ifema no solo albergará carreras en un circuito definido por Carlos Sainz como ‘exigente’ y ‘con carácter’. ‘Introduciremos conceptos como el tardeo de la Fórmula 1 y habrá conciertos, exhibiciones y actividades que iremos desvelando’, ha adelantado Vicente de los Mozos.
Las cifras económicas que baraja el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Ángel Asensio, también presente en el acto de colocación de primera piedra, no llaman a engaño respecto a la naturaleza mucho más allá de lo deportivo de lo que se ha presentado hoy. Asencio ha hablado de 8.200 empleos directos y decenas de miles de empleos indirectos. ‘Se esperan más de 120.000 visitantes, de los que un 40% serán de origen internacional’, ha destacado antes de cifrar el impacto económico de la prueba en un 0,2% del PIB de la Comunidad de Madrid y un 0,4% del PIB de la ciudad de Madrid, con la correspondiente elevación de la recaudación fiscal y el intangible que supone para el valor reputacional de España como beneficios más allá del territorio madrileño.
Por delante quedan, de momento entre 12 y 13 meses de trabajo previstos de construcción del autódromo en los que se habrá que remover más de 700.000 metros cúbicos de tierra. Ayer mismo el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad emitía la licencia para la construcción del circuito después de que en el pleno del pasado mes de febrero se aprobara el plan especial que permite ajustar a la normativa urbanística el nuevo uso que se va a dar al recinto de Ifema en el Parque Juan Carlos I. Tanto PSOE como Más Madrid se mostraron entonces muy críticos con un plan que califican de ‘chapuza’ y trazado a medida.
Más Madrid, de hecho, ha anunciado esta semana la presentación de un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En él, además de reclamar su suspensión cautelar, plantean la ausencia de una Evaluación Ambiental Estratégica o la carencia de estudios de salud pública. Asimismo, se hace referencia al informe ambiental de la Comunidad de Madrid, en el que se advierte de que el ruido del evento superará los valores límite, se llega a contemplar el posible traslado de los vecinos durante la celebración del Gran Premio y que el proyecto podría suponer la tala de hasta 700 árboles.
El circuito será construido por Acciona y Eiffage Infraestructuras tras la adjudicación de Ifema, por unos 83 millones de euros, a finales del pasado mes de marzo. El consorcio se impuso a otras dos ofertas, las de Dragados y la UTE integrada por ACSA, Asfaltos y Construcciones Elsan o Sorigué. El circuito, con el nombre de Madring en recuerdo de otros trazados clásicos como Hungaroring, en Hungría, o Hockenheimring y Nürburgring, en Alemania, tendrá 5.474 metros de longitud, 22 curvas y una vuelta clasificatoria estimada en 1 minuto y 32 segundos.