Cierra el primer Vips de España: más de 50 años con sabor a sirope y tortitas en Madrid

‘Perdonen las molestias por no volver a servir tortitas en este local’, anuncia con desgana un cartel pegado en el vidrio de un establecimiento que ha perdido su voz. El rótulo rojo ya no está. Detrás, tan solo quedan unos ladrillos y unos azulejos antiguos, vestigios de un Madrid que creía en el futuro con el corazón lleno de sirope y nostalgia. Ya es oficial. El Vips de Julián Romea ha cerrado. Fue el primero. El original. El que en 1969 cambió la forma de comer y de socializar en la capital. Medio siglo después, se marcha como llegó, sin estridencias, pero dejando huella.

Todo arrancó en 1969, en un rincón futurista del Parque de las Naciones, obra de Eleuterio Población Knappe. Plácido Arango, un empresario con olfato de oro entre Asturias y México, trajo aquí el éxito que ya tenía en Ciudad de México. La fórmula era sencilla pero ganadora: un café con alma de diner americano, abierto hasta tarde, con tienda integrada. En un solo lugar, disponible casi a cualquier hora. Desde una tortilla francesa hasta una revista extranjera, leche o un regalo de último minuto, Vips era el refugio perfecto a cualquier hora. No solo se venía a comer, se venía a vivir lo moderno.

Las paredes de aquel primer Vips guardaron mil historias: charlas nocturnas, peleas, citas a ciegas, despedidas y reencuentros. Isabel Preysler y Carmen Martínez Bordiú tomaban té, soñando su futuro de princesa pop o del régimen. Más tarde, Alaska y sus colegas de Kaka de Luxe sorbían batidos en otro Vips, sin saber que estaban encendiendo la chispa de la Movida madrileña. En los 80, Vips era sinónimo de estilo y bienestar. Para las chicas del barrio, no era solo una cafetería, era un ritual: el punto de encuentro antes de salir a conquistar el mundo.

La historia de este espacio está profundamente ligada a Madrid y especialmente al restaurante de Julián Romea, que marcó el inicio de una trayectoria de éxito y cercanía con sus clientes. Este local ha sido testigo de décadas de evolución gastronómica, y forma parte fundamental del legado de la marca.

Renovación y transformación

En la actualidad Vips vive un proceso de renovación y transformación de marca, con espacios más actuales, diseños más acogedores y una propuesta que responde a los nuevos hábitos y expectativas de sus clientes explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. En este contexto, y como parte de una estrategia global de modernización, la compañía ha tomado la decisión de cerrar el restaurante de Julián Romea para centrar sus esfuerzos en espacios que permitan desplegar todo el potencial de esta nueva etapa. ‘Esta medida responde exclusivamente a criterios estratégicos alineados con el modelo de VIPS del futuro: locales con mayor visibilidad, mejor accesibilidad y adaptados a la nueva imagen corporativa. Todos los colaboradores del restaurante han sido reubicados en otros establecimientos de la marca, asegurando así la continuidad de su desarrollo profesional dentro de Alsea’, añade.

El cierre del emblemático Vips de Julián Romea marca el final de una etapa muy querida en Madrid, pero también el inicio de una nueva apuesta por la modernización y la adaptación a los tiempos, en una ciudad que sigue confiando en la marca.

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