El rodillo asesino de los alquileres en Madrid puede con todo, incluso con algunas de sus grandes instituciones culturales. El Café Central, el más emblemático de los templos del jazz en Madrid, cerrará sus puertas el próximo 12 de octubre. Lo hará ante la imposibilidad de renovar un arrendamiento que los propietarios del local se niegan a negociar, según explican sus responsables. Se ve así abocado a cerrar sus puertas un negocio con 43 años a sus espaldas y convertido durante décadas en parada obligada de las grandes figuras de esta música.
Los problemas del Café Central con la propiedad del local venían de atrás, pero no ha sido hasta este miércoles cuando se ha conocido que la decisión para su cierre está tomada y que se comunicará oficialmente la próxima semana. Solo un milagro de última hora podría salvar a este templo del jazz del destino que parece esperarle. El cierre del local supone el fin de su empleo para los 35 trabajadores que conforman su plantilla, a los que ya se ha empezado a comunicar la noticia, según informa el diario ABC. Desde la propiedad del negocio se ha puesto en marcha la búsqueda de un nuevo local que lo pueda acoger, habilitando el buzón de correo central2.0@cafecentralmadrid.com para que quien quiera pueda aportar sus sugerencias.
El local de la plaza del Ángel, una antigua cristalería, abrió sus puertas convertido en garito jazzero en 1982 de la mano de un grupo de estudiantes antifranquistas apasionados de este sonido. En pocos años se ganó la reputación suficiente para integrarse en el circuito de las grandes figuras internacionales del jazz, aunque abierto también a otros estilos musicales no demasiado alejados de este. Desde entonces han pasado por allí nombres de fuera como Paquito D’Rivera, Lou Bennett, Brad Mehldau, Paquito D’Rivera, Kenny Barron, Ben Sidran, Ron Carter, Rosa Passos, Sheila Jordan o Joshua Edelman, además de los más destacados entre los nacionales: desde los enormes y ya clásicos Tete Montoliu y Pedro Iturralde hasta Jorge Pardo, Chano Domínguez o Javier Colina han tenido aquí su segunda casa, además de nombres más recientes como Silvia Pérez Cruz o Andrea Motis.
En el Central se han grabado además discos importantes en directo, como el último que publicaría otro habitual, Javier Krahe (En el Café Central de Madrid, 2014), pero también películas: parte de la reciente Tenéis que venir a verla (2022), de Jonás Trueba, transcurre entre sus mesas. La revista especializada Downbeat lo eligió como uno de los mejores clubes de jazz del mundo, en una lista en la que aparecían dos centenares de locales de todo el planeta y en la que le acompañaban el también madrileño Bogui (ya cerrado), el Jamboree en Barcelona y el Jimmy Glass en Valencia.
Por ahora, la programación del Café Central seguirá como previsto al menos hasta mediados de agosto, con conciertos de habituales como Joshua Edelman, Leo Minax o Iván ‘Melón’ Lewis.