Nunca se había visto a un Carlos Alcaraz tan frustrado. De hecho, nunca había protagonizado una imagen como la que se vio en Cincinatti, cuando la emprendió a golpes con su raqueta contra el suelo hasta destrozarla. Alcaraz, que regresaba a la competición tras ganar la plata en París 2024 fue sorprendido en su estreno en segunda ronda de este Masters 1.000 por el francés Gael Monfils (número 46 del mundo), quien se llevó el partido por 4-6, 7-6 (5) y 6-4 en dos horas y 30 minutos.