Si algo tienen en común Barcelona y Madrid es su ecosistema emprendedor. Ambos territorios, sumados a las zonas costeras de España, acogen la mayoría de las start-ups certificadas del país (más del 50%). Es decir, allí se encuentran las más consolidadas, las que han conseguido la certificación de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa). Este verano, el organismo ha anunciado que ha sobrepasado la frontera de las 1.000 certificaciones y que en todas las comunidades autónomas las hay.