El fast fashion está a la orden del día. Zara, H&M, Stradivarius o Pull&Bear son algunas de las tiendas que dominan el panorama español en cuanto a moda se trata. Los bajos costes para producir la ropa atrae a las empresas y el concepto de moda asequible, a los jóvenes que la compran. Y es que este modelo de producción no solo destaca en España, sino también en países como China o Estados Unidos.
En este marco, y centrándonos en América, una de las tiendas más conocidas es Forever 21. Nació en 1984 en Los Ángeles gracias a los surcoreanos Do Won Chang y Sin Sooc Chang y su estrategia se centraba en ropa barata para un público adolescente. Rápidamente, los empresarios se hicieron un hueco en el mercado estadounidense, lo que permitió que la marca se expandiera a gran velocidad.
En pocos años, la compañía pasó de ser una tienda local a convertirse en un gigante internacional, compitiendo con cadenas como Macy’s o H&M. Forever 21 se convirtió en un emblema para los jóvenes, que no dudaban en llevar y reponer sus prendas una y otra vez.
Forever 21 cierra más de 200 tiendas
La crisis económica global, la digitalización y las nuevas tendencias están llevando a muchas empresas a una situación llena incertidumbre. A pesar de los éxitos cosechados, Forever 21 se suma a la lista de las tiendas que deben cerrar sus puertas. El referente de la moda juvenil está atravesando una de las etapas más difíciles de su historia, enfrentándose al cierre de sus instalaciones. La marca se ha visto obligada a cerrar más de 200 de sus tiendas alrededor del mundo.
El panorama ha cambiado de forma drástica con la llegada de nuevos competidores al mercado. Shein o Temu han supuesto un soplo de aire para el fast fashion, que se ha visto beneficiado por su irrupción. Tiendas como Forever 21 no han sabido gestionarlo, siendo los cambios tecnológicos y la modificación de los hábitos de compra factores clave para que los consumidores se desligaran de la marca.
Forever 21 cierra numerosas tiendas alrededor del mundo, uno de los muchos movimientos que ha hecho para reducir su presencia física en los mercados internacionales en los que no tiene la suficiente fuerza. A cambio, la empresa actualmente se enfoca en los mercados donde todavía conserva una base sólida de consumidores: Asia y América Latina.