‘Rocío es el ejemplo de la felicidad y la libertad. Se acabaron las deudas: 868.394,79 exonerados y tan solo en 5 semanas’. Es la última publicación, en Instagram, de Libres de Deuda, el despacho creado hace ahora año y medio por Jorge y César Cadaval, Los Morancos, uno de los dúos humorísticos más apreciados de España. En el vídeo, César comunica a Rocío, que explica que quedó endeudada tras fallecer su marido, la feliz noticia. ‘Están encantados, esto va imparable’, admite a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Juan Manuel Jiménez López de Lemus, director jurídico del despacho.
En 2023, este diario desvelaba que los hermanos Cadaval se habían embarcado en una nueva empresa muy alejada de su proyección pública como humoristas. Los Cadaval contaban desvelaban que eran los socios y creadores de un proyecto en el que, a través de un equipo de abogados que ellos mismos habían seleccionado, buscaban un nuevo comienzo para quienes estaban ahogados por las deudas a través de la Ley de la Segunda Oportunidad.
La normativa fue aprobada en España el 25 de julio de 2015 y entró en vigor el 26 de julio del mismo año. Se ha implementado en varios países para proporcionar a las personas físicas (particulares) y autónomos una vía para acabar con su insolvencia económica y sobreendeudamiento. Busca otorgar la posibilidad de comenzar de nuevo y reestructurar las deudas, evitando así la declaración de quiebra o bancarrota.
La ley no establece un monto necesario para beneficiarse, pero los juzgados desestiman con rapidez casos con deudas inferiores a los 12.000 o 15.000 euros porque no se considera una cuantía significativa. La normativa puede llegar a exonerar deudas de hasta cinco millones. La buena fe del deudor es el requisito principal de la normativa. Hay que demostrar, siempre, que la persona tiene intención de pagar, pero que no puede hacer frente por su situación. Además, debe demostrar que no cuenta con ningún bien o inmueble con el cual hacer frente a la misma.
‘Encantados’
El otro gran proyecto de Los Morancos al margen de su faceta artística, va viento en popa. Los artistas andaluces ‘están encantados, va muy bien’ señala Jiménez López de Lemus que ya antes había explicado a este periódico que la aceptación del proyecto ha sido muy buena porque los humoristas ‘venden confianza’ y en el despacho de abogados que él mismo comanda – lleva toda una vida en el derecho concursal-, son muy escrupulosos.
Aclara nuevamente que el despacho no es una ONG. No son Jorge y César quienes asumen la deuda de los clientes. Quien acude al despacho, con sede en Sevilla, debe pagar porque se le tramite el expediente, repite el letrado. En la web, figuran las tarifas que deben abonar. Y enfatiza un aspecto: ‘Cada vez la gente va entendiendo mejor el mensaje. Que parecía que esto era una ONG y que ponían ellos el dinero’, repite.
Los requisitos
‘Las consultas que nos hacen ya son dentro de los parámetros que tiene la ley (cumplir unos requisitos). Y confían en el despacho porque están ellos (Los Morancos), detrás. Saben que tiene su coste, pero la gente tiene la tranquilidad de que al estar detrás, la cosa funciona’, abunda Manuel Jiménez López de Lemus.
Los resultados que están obteniendo, añade el abogado, ‘son extraordinarios. Muy rápidos. Muy ágil’. Con los datos que aporta, Libres de Deuda lleva nueve millones de euros exonerados (unas 150 personas a las que se les han cancelado sus deudas) y ‘está tramitando ya casi 21 millones de euros’ en expedientes de más de 300 familias de toda España. Apunta que el cien por cien de esos expedientes en los que trabajan se resuelven.
El origen
Cuando arrancaron el proyecto Jorge y César Cadaval desvelaban en exclusiva a este periódico que querían devolver a la sociedad el cariño que se les ha dado en sus 40 años de trayectoria. Por eso se convertían en los socios y creadores de Libres de Deuda, en el que, a través de un equipo de abogados que ellos mismos habían seleccionado, facilitan a quien lo necesite la oportunidad de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad para cancelar sus deudas y empezar de nuevo.
‘Solo con que una de esas personas sea capaz de solucionar esos problemas, el proyecto habrá tenido sentido’, confesaban entonces. Y admitían que desconocían la Ley de la Segunda Oportunidad, de la que tuvieron noticias por un caso cercano. ‘Pensamos que sería bastante interesante que la gente conociera que existe la posibilidad de arreglar su situación económica y así poder tener una nueva oportunidad, no solo en el terreno profesional, sino también social y te diría, incluso mental’, señalaban en aquel momento. Un año y medio después, vuelve a decir su abogado, ‘están encantados’.