Por supuesto, este no es el primer error que comete el ejecutivo de Prohens ni será el último. Pero sí es el primero que ataca al núcleo duro de las convicciones de sus votantes. Me refiero a las palabras del consejero de Economía, asegurando que “un 90% de la reforma fiscal está hecha” y que “no se prevén rebajas fiscales sustanciales a medio plazo”. No quedaba claro, en las declaraciones de Costa, si este medio plazo se refiere al resto de la legislatura o si incluso apunta más lejos. Poco importa: en términos políticos, se trata de una cuestión de principios que moviliza emocionalmente a los electores conservadores. Los impuestos y la libertad han representado el corazón ideológico del centroderecha en los últimos treinta o cuarenta años.