Decir Marypaz es remontarse a una época en la que las calles de Sevilla no había -como ahora- una amplia oferta de zapaterías asequibles. Era la firma que más triunfaba entre las jóvenes de los noventa, en unos años en los que tener varios pares de zapatos de distintos estilos y diseños en el armario no estaba al alcance de todo el mundo.